carta editorial

Carta Editorial

Las ciudades mexicanas patrimonio mundial son íconos de nuestro país y representan una parte muy importante de la riqueza cultural de nuestro país, reconocida a nivel mundial. El objetivo central de contar con la designación de Patrimonio Mundial es asegurar la protección, preservación y defensa del bien que tiene un Valor Universal Excepcional (VUE).

  En 1987 fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de los Centros Históricos de Puebla, Ciudad de México y Oaxaca, convirtiéndose en los primeros sitios mexicanos en recibir la declaratoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Recordemos que para dicha inscripción, Puebla cumplió con dos de los diez criterios establecidos por la UNESCO:

 

     II. Debido a la ubicación estratégica de Puebla, la cual permitió la exportación de su estilo regional de arquitectura barroca, una fusión de estilos europeo e indígena, posterior al siglo XVI. Así como la planeación urbana basada en una traza reticular, la cual fue ejemplo para otras ciudades novohispanas.

  IV. Por ser un conjunto urbano intacto, en la integración compuesta por importantes edificios religiosos como la Basílica Catedral, las iglesias de Santo Domingo, San Francisco y la iglesia de los Jesuitas, entre otras majestuosas casonas, de entre las que destaca el antiguo Palacio Arzobispal, mismo sitio donde se ubica la Biblioteca Palafoxiana (memoria del Mundo) en la que se identifica el uso común de revestimientos en sus fachadas de solera de barro, azulejos y talavera.

 

   Desde luego, ambos criterios tienen un importante significado para la historia de la humanidad, que debe ser preservada para las siguientes generaciones. Por tal importancia, es que en esta edición de la Revista Cuetlaxcoapan rendimos un homenaje a quienes han contribuido de alguna forma a conservar, proteger, cuidar y salvaguardar nuestro Centro Histórico, desde ciudadanía, academia, artistas, autoridades y sector empresarial.

 Las colaboraciones de este número de la revista destacan los retos y responsabilidades que implican la inscripción de Puebla en la Lista del Patrimonio Mundial, como es la planeación, la gestión, las políticas públicas, todo ello con la participación de destacadas personalidades que tienen una relación o un quehacer en el Centro Histórico de Puebla.

    Deseo que disfruten de las siguientes páginas y celebremos con orgullo estos 35 años de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad.

 

Berenice Vidal Castelán

Gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural


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Cuetlaxcoapan 32