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Mi historia en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla

José Luis González Pérez “El Santanero”. 50 años de compartir su pasión por la música

Julieta Castañeda Castellanos

José Luis González Pérez, 2022. Foto de Billy Reynoso S.

 

El paisaje sonoro del Centro Histórico de la ciudad de Puebla es tan extenso y particular, que si unimos toda la gama de los sonidos que lo componen, obtendremos una sinfonía que no sólo destacaría por la inigualable acústica que generan los inmuebles históricos, sino por los valores estéticos y sociales que originan una experiencia urbana extraordinaria. Es por este motivo que este texto está dedicado a celebrar la musicalidad que José Luis González Pérez, “El Santanero”, le ha impregnado al corazón de la ciudad desde hace más de 30 años.

    José Luis proviene de una familia de melómanos que, guiados por su admiración hacia los ritmos populares mexicanos, aprendieron a tocar sus instrumentos de manera autodidacta. Sin embargo, en el vaivén de las presentaciones musicales de la época, José Luis tuvo la oportunidad de conocer a uno de los percusionistas de La Sonora Santanera durante una de las presentaciones que realizaron en el Parque España, quien le regaló una baquetas y le enseñó las bases de los compases musicales más importantes del repertorio de la música de salón en México.

    Fue desde esa tarde que el Santanero de Puebla confirmó su vocación y a sus 20 años formó junto con sus hermanos Rodolfo, Alfonso, Jaime y Fernando, el grupo Los Sonorámicos, quienes a través del mambo, el chachachá, las cumbias, las guarachas y los boleros, obtuvieron fama en los salones de la ciudad durante las décadas de los años setenta, ochenta y noventa.

   Su presencia musical traspasó estos salones y en su programación mensual nunca faltaron presentaciones en los barrios del Centro Histórico y sus alrededores para celebrar cumpleaños, santos, casamientos y quince años. Asimismo, llegaron a tocar fuera de la ciudad de Puebla como en Cholula, Atlixco, Matamoros y Tepeaca. Con más de 30 años de trayectoria, Los Sonorámicos obtuvieron una alta estima de sus seguidores y de los promotores locales que los integraron en la escena musical de Puebla.

   Aunque la agrupación familiar terminó, José Luis inició una nueva con su hijo llamada “Somos dos”. En esta etapa, impregnaron de música los pasos de los caminantes de una de las avenidas más emblemáticas y transitadas del Centro Histórico: la calle 5 de mayo. Tanto José Luis como su hijo se ganaron el cariño de todos los poblanos por la singular alegría que los distinguió y posicionó como el mejor dúo musical de la ciudad por más de 10 años. Actualmente, ambos se presentan en distintos lugares pero continúan unidos por su pasión al arte al que accedemos por medio de la escucha pero que resuena en todo nuestro cuerpo.

    José Luis sabe que, en cualquier escenario en el que se encuentre, debe respetar a su público, no sólo ejecutando un repertorio musical con calidad y profesionalismo, sino también, ofreciéndoles una imagen que conquiste su atención, por lo que siempre es visto con sus delicados trajes que portan detalles y colores que hacen honor al compromiso que tiene por su profesión, como a la espectacularidad de la música que toca.