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PAGINAS DE LA CIUDAD

José Manzo y Jaramillo

Artífice de una época (1789-1860)

Violeta Rodríguez Salas¹

A lo largo de las páginas de José Manzo y Jaramillo, artífice de una época (1789-1860) de Montserrat Galí Boadella, subyace una investigación que, como lo expresa la autora, representa “una larga travesía por las bibliotecas, archivos, museos e iglesias de la ciudad de Puebla”, de la cual se revela la figura de un magnífico personaje, ínfimamente conocido por quienes, sin saberlo, hoy transitamos las mismas calles y espacios de los que él fue artífice como arquitecto, dibujante, litógrafo y visionario.

Desde los agradecimientos hasta los apéndices, es un libro que resulta asequible e interesante, pues al término de cada página, sujeto al entramado social, cultural, político y económico que dejó la transición de la Nueva España al México Independiente. Un pasaje relativamente distante, pero tan familiar en sus escenarios, al menos si lo recorremos por la huella del sello o toque artístico de Manzo, pasando por emblemáticos lugares como la Catedral, la Ex Penitenciaría de San Javier o la Iglesia de la Soledad.

Lectura fluida y variada, cuyas descripciones evocan y despliegan inmediatamente la imaginación, a veces a pie, a veces en barco, a veces en medio de dificultades o de glorias, recreando constantemente el caminar del personaje, quien, en medio de cartas, en correspondencia con personajes de la época, la iglesia o el gobierno de la ciudad, termina por materializar una serie de obras y sus más grandes apuestas.

Puebla y sus museos, a propósito de grandes apuestas y de las rutas de la imaginación, propuestas en las páginas de esta revista Cuetlaxcoapan número 26, coloca a esta referencia bibliográfica, como una de las obligadas, al brindar detalles tan particulares de lo que constituyó el primer museo en Puebla, el cual tiene lugar porque fue gestado, nada más y nada menos, que por Manzo.

Abierto un 16 de septiembre de 1827, ubicado en una galería del Antiguo Colegio del Estado (actualmente conocido como Edificio Carolino), se erigió una de las iniciativas más impactantes de nuestro personaje, esto al considerar que “La creación de dicho museo constituye un verdadero hito en la historia cultural de Puebla”, el cual, dicho sea de paso, se compaginó con el año de la primera celebración, de manera formal, del Aniversario de la Independencia en la ciudad.

 

Con características y dinámicas distantes a la concepción contemporánea de los museos, en la que, por ejemplo, no había un encargado, solo se abría un par de horas, un par de días a la semana o cuando algún distinguido forastero lo solicitaba. Manzo instruía conferencias hacia un grupo de alumnos, estimulados por su pedagogía, que adoptaron un profundo y elevado sentido del arte, que tal vez como lo deseaba él, impactaría muy pronto en el ambiente artístico de la ciudad, el cual se tornó más dinámico e interesante, en relación con el de la ciudad de México que en ese entonces no pudo recuperarse, culturalmente hablando, sino hasta la restauración oficial de la Academia Nacional de San Carlos, comparación que nos permite dimensionar la gran aportación de Manzo para la memoria cultural y artística de Puebla, como ciudad y como Estado.

Finalmente, quisiera señalar que esta obra, de carácter biográfico, cobra un alto valor para trazar distintas maneras de recorrer y reconocer Puebla, se ha convertido en una especie de anteojos nuevos que bien logró marcar y transformar mi percepción sobre mi ciudad. No me queda más que recomendar ampliamente, y agradecer, el profundo y minucioso trabajo de la Dra. Monteserrat Galí Boadella.

Bibliografía
  • GALÍ BOADELLA, Montserrat, José Manzo y Jaramillo, Artífice de una época (1789- 1860), México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2016.
  1. Comunicóloga, Enlace de Comunicación Social de la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural. Gestora y promotora cultural. Exploradora de oficio.