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Enfoque al patrimonio

El Museo Regional de Puebla

Eric Eduardo Márquez Pérez¹

El inmueble donde se encuentra el Museo Regional de Puebla y el Centro INAH-Puebla fue creado en el año de 1962, dentro de la Unidad Cívica 5 de Mayo, que tuvo la intención de conmemorar el centenario de la Batalla de Puebla de 1862. De acuerdo con la revista Patrimonio de México, que publicó un número especial a raíz de la creación de la Unidad Cívica, los elementos que guiaron al proyecto fueron los siguientes:

            1) Se calificaría y describiría el hecho militar de la Batalla del 5 de Mayo en el fuerte de Loreto restaurándolo íntegramente e instalando un museo moderno que situaría debidamente en nuestro proceso histórico las injustas causas de la intervención extranjera y la lucha de nuestro país en defensa de la soberanía.

            2) Se restaurarían las ruinas del fuerte de Guadalupe para dejarlas como una huella permanente de la actitud de sacrificio de miles de mexicanos que se enfrentaron al aniquilamiento en defensa del suelo

            3) Se crearían nuevos espacios arquitectónicos y urbanísticos que expresaran que, si bien México utilizó las armas para defenderse hace un siglo, también sabe, con el trabajo tesonero y creativo, dar forma a los principios de unidad continental de exaltación a los próceres de América y de amistad y cordialidad con todas las naciones.²

Fachada del Museo Regional de Puebla. 2020. Jonatan Moncayo Ramírez.

Los proyectos arquitectónicos y urbanos estuvieron a cargo del Arq. Abraham Zabludovsky quien, junto con el Arq. Luis G. Rivadeneyra, como coordinador, y los arquitectos colaboradores Jorge Ferraez, Pedro Flores, R. Torres Garza y Arturo Ortega, atendieron los proyectos del Auditorio de la Reforma, la fuente dedicada al Gral. Ignacio Zaragoza, la planeación urbana de la zona, la restauración del Fuerte de Loreto, la consolidación del Fuerte de Guadalupe y la creación de la Escuela-Taller de Artesanías del Estado, que más tarde se convertiría en el Museo Regional y en el Centro INAH-Puebla.³

Tal como se narra en la Revista Patrimonio de México, la Escuela-Taller de artesanías fue “proyectada como un centro de enseñanza y de fomento de las artesanías características de la Ciudad de Puebla.” A decir de esta publicación, la escuela contaba con cinco aulas talleres para instrucción práctica o teórica. Los talleres eran de talabartería, carpintería artística, orfebrería y textil; además, se contaba con dos talleres, uno de cerámica y otro de vidrio.⁴

La creación del Museo Regional, de manera paulatina, tuvo lugar catorce años más tarde de que se creara la Unidad Cívica 5 de Mayo. En primera instancia, a partir de 1974, la Escuela de Artesanías del Estado le otorgó al INAH un espacio en este inmueble para que las dedicara a sus oficinas regionales. Un año después, se firmó un acuerdo entre el Gobierno Federal y el Estatal para que el inmueble denominado Exconvento de Santa Rosa (exconvento de monjas del siglo XVIII, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad), de propiedad Federal, fuera dado en comodato al Gobierno del Estado para instalar la Escuela de Artesanías. Al mismo tiempo, el Gobierno Federal recibió en comodato el inmueble creado, exprofeso, para la instauración de la escuela de artesanías, en el cual el INAH establece tanto su centro regional en una parte (1975), como el museo regional en otra (1976).⁵

La instauración de centros regionales del INAH en todo el país fue resultado del esfuerzo del que fuera director general del INAH en 1972, el Dr. Guillermo Bonfil Batalla, quien a partir de una nueva ley promulgada por el Congreso de la Unión sobre monumentos, que contenía innovaciones en cuanto a reconocer la dimensión nacional que el INAH había adquirido, fortaleció la personalidad de Instituto como autoridad encargada de la protección de los monumentos nacionales, los cuales esta misma ley reconoce como propiedad intrínseca de la nación. El Dr. Bonfil Batalla intentó descentralizar al INAH basado en los principios de esta ley al establecer 16 centros regionales en todo el país. Si en un primer momento sólo se lograron crear cinco centros, este hecho rompió con el esquema centralizado del INAH hasta entonces.⁶

La creación del Museo Regional de Puebla siguió también con ese esquema de descentralización de la divulgación del patrimonio que surgió a partir de la Ley de Monumentos de 1972.⁷ Después de un auge en la creación de museos, como el Nacional de Antropología, Arte Moderno, y demás museos en el bosque de Chapultepec, el INAH afrontó un periodo en el cual se crearon espacios museísticos con un esquema menos centralizado en diferentes niveles, acorde con los deseos y necesidades regionales, y con el objetivo de cimentar la idea de utilizar a los museos como vehículos de comunicación, preservación y difusión de la cultura.⁸

Así, el Museo Regional de Puebla-Tlaxcala (primera denominación del Museo Regional de Puebla) surgió como un espacio creado según la concepción de descentralización cultural del INAH. Al mismo tiempo, se crearon los museos regionales de Oaxaca, Monterrey, el de Cuernavaca (en el llamado Palacio de Cortés), que siguieron el lineamiento de restaurar edificios históricos para habilitar las instalaciones de un museo. No obstante, a diferencias de los recintos antes mencionados, el Museo Regional de Puebla-Tlaxcala fue instalado en un edificio contemporáneo.

A decir de Herreman, González de la Mora y Schimidhuber, el entonces Museo Regional de Puebla-Tlaxcala fue un ejemplo de concepción museológica integral”. En otras palabras, y según los autores del artículo de la revista Museum, el eje conceptual del museo es la idea de tratar de comunicar una visión global del desarrollo cultural o seguir la evolución de las sociedades de la región cultural de Puebla-Tlaxcala.⁹

San Cristóbal y el niño Jesús. Museo Regional de Puebla. INAH.

El ahora conocido como Museo Regional de Puebla se inauguró oficialmente en 1976, por el entonces director del centro regional INAH Puebla-Tlaxcala, el Dr. Efraín Castro Morales. Para esta inauguración, un equipo de investigadores como Roberto García Mol, Lourdes Arizpe, Manlio Barbosa, entre otros, colaboraron para la creación de un guion museológico, resultando un compilado cronológico que hablaba de la Región Puebla Tlaxcala desde los primeros pobladores hasta la Revolución Mexicana. El diseño museográfico corrió a cargo del titular de la recién creada Coordinación Nacional de Museos, Arq. Iker Larrauri Prado, el cual se asemejó al del Museo Regional de Guadalajara, con un sistema de montaje novedoso con rejillas, una cuadrícula y rieles que permite mover mamparas, generar espacios y diversificar el recorrido.

Gran parte de las colecciones del museo provienen del entonces cedido al INAH, Instituto Poblano de Antropología e Historia, principalmente el material arqueológico. Por otro lado, dentro de la Coordinación de Museos existía un área llamada Departamento de Planeación e instalación de Museos, donde se adquirieron piezas específicamente para el Museo Regional Puebla- Tlaxcala. Así, en el año 1975 comenzaron a llegar al centro regional del INAH una serie de piezas que pasaban al departamento de restauración, para posteriormente exhibirse en la colección permanente del museo, tales como el Departamento de Antropología física, Museo Nacional de Antropología, el Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, el Museo Nacional del Virreinato y Colecciones incautadas con proceso judicial.

A lo largo de los años, la colección del Museo Regional de Puebla ha crecido considerablemente por la actividad de los investigadores, con proyectos de excavación, donaciones, decomisos, entregas voluntarias, etc.

 

LAS SALAS

Desde su creación hace 45 años, el Museo Regional de Puebla ha conservado el discurso museológico. Este consiste en una línea de tiempo desde los primeros pobladores hasta la actualidad. Si bien ha tenido cambios menores, podríamos decir que tuvo tres intervenciones significativas. La primera de ellas en la década de los años ochenta, con el adosamiento de la sala de exposiciones temporales; en 2012, la remodelación de la fachada y la gráfica del museo; y, finalmente en 2019, con la remodelación museográfica y creación de la sala de Paleontología.

Actualmente el museo cuenta con 4 salas permanentes: Paleontología, Arqueología, Historia y Etnografía, una sala de exposiciones temporales, sala audiovisual y tienda.

Telar de Cintura. Museo Regional de Puebla. INAH.

 
PALEONTOLOGÍA

Es una sala inaugurada el 22 de marzo del 2019 que tiene el objetivo de exponer la diversidad de restos fósiles que se encontraron en la región de Puebla, específicamente en Valsequillo. Muestras de fósiles de la megafauna del pleistoceno, como camellos, caballos, mamuts, perezosos y gliptodontes. Puebla ocupa un lugar privilegiado por la presencia de estos fósiles en toda la región.

 Cabe señalar que en esta sala se encontraba un ejemplar de gliptodonte perteneciente a la localidad de Santiago Tenango del Municipio General Felipe Ángeles. Recientemente, bajo las gestiones de la Dirección de Museos, se ha devuelto a la comunidad.

 
SALA DE ARQUEOLOGÍA

En la sala de arqueología podemos encontrar, a manera de introducción, un breve paso por la prehistoria, los procesos de migración y los primeros vestigios de la actividad humana. Se exhiben instrumentos como navajas, raederas, percutores, puntas de lanza y otros instrumentos utilizados por los primeros hombres.

Las investigaciones han registrado evidencias de las primeras actividades agrícolas, entre ellas la domesticación del maíz y otras semillas como aguacate, amaranto, ciruelas, nopal entre otros. Estos materiales fueron registrados por el Arqueólogo Richard Mc Neish en el Valle de Tehuacán y datan del 7000 a.C.

Por otra parte, se exhibe la riqueza prehispánica a través de varias culturas que se desarrollaron en el Estado, desde el periodo Preclásico (1200 a.C.-200 d.C.) donde apreciamos cerámica y herramientas con manufactura burda, en el periodo Clásico (200-900) encontramos rasgos estilizados en escultura, cerámica teotihuacana y trabajos más detallado en rocas y minerales como las máscaras teotihuacanas talladas en ónix de la región de Tecali de Herrera; la cerámica que abunda es del tipo anaranjado delgado de San Juan Ixcaquixtla del sur del Estado. Finalmente, para el periodo Posclásico (900-1521) nos encontramos con piezas con relevancia estética, desde la cerámica polícroma Cholulteca y Mixteca hasta la representación bajo relieve de esculturas basálticas de distintas deidades prehispánicas.

 
SALA DE HISTORIA

Esta sala está conformada por los procesos históricos que van desde la época de contacto español hasta el siglo XX. El contacto inicia con la aparición de los españoles y su interacción sobre las culturas prehispánicas. Los objetos que presenta la sala de historia se relacionan con el sincretismo religioso reflejado en la arquitectura, la escultura y pintura. Un ejemplo claro es la Pila Bautismal de San Juan Acatzingo que fue manufacturada por los habitantes de la región. En ella se aprecia que la fisonomía de los ángeles tallados es distinta a los rasgos físicos de los españoles, sin embargo, es un objeto propio de la iglesia católica.

Figurilla antropomorfa. Museo Regional de Puebla. INAH.

La arquitectura mostrada en maquetas y mamparas corresponde a los conventos que los frailes y misioneros instauraron en Puebla y que en su momento fueron sedes representativas de la nueva España.

El periodo del virreinato se conforma de objetos de carácter litúrgico, en ella se expresaban las artes como la pintura, escultura, literatura, etc. Entre ellas podemos encontrar esculturas en madera tallada y estofada, hasta retratos de personas religiosas importantes como don Juan de Palafox y Mendoza, así como monedas, sellos y libros propios de la época.

Para el siglo XIX, con la insurrección de 1810, nos encontramos con elementos militares, condecoraciones, estandartes y cañones, así como algunos libros con contenidos diversos, como ordenanzas, comercio, política y religión.

Posteriormente, durante la segunda mitad del siglo XIX, los estilos europeos influenciaban la vida social del país. El Segundo Imperio Mexicano trajo consigo una gran cantidad de objetos de origen europeo por parte de los coleccionistas, y que eran destinados solamente para un sector pequeño de la población. El uso de estos objetos mostraba la división social en nuestro territorio.

La manufactura de objetos con materiales exóticos ejemplifica el sistema de clases de la época, entre ellos encontramos carey, concha nácar, incrustaciones de cuarzo y el uso de metales y aleaciones como el oro, plata y bronce que se encuentran frecuentemente en el siglo XIX.

Ǫuetzalin. Museo Regional de Puebla. INAH.

La zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe fue importante para Puebla, ya que en esta zona tuvo lugar la Batalla del 5 de Mayo de 1862, y en esta sala se encuentra indumentaria militar y objetos del periodo; ejemplo de ello son:  la casaca, una banda, cañones, armamento, un sextante que posiblemente le haya pertenecido al Gral. Zaragoza, y una pistola del Gral. Jesús González Ortega.

La ciudad de Puebla jugó un importante papel en la Revolución Mexicana. Los Hermanos Serdán fueron los precursores de dicho suceso y en esta ciudad se encuentra su casa, ahora un espacio temático que explica el inicio del movimiento. Como representación de este hecho histórico, en el museo se exhiben algunos objetos de esa época, propios de la charrería, como sombreros, armamento, estribos, y fotografías que ilustran el ambiente revolucionario que se vivía.

 
SALA DE ETNOGRAFÍA

Con la creación del INAH y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, se revaloró la diversidad cultural a través de las tradiciones, historia oral y saberes heredados por los antepasados. En el Estado de Puebla encontramos múltiples grupos étnicos: nahuas, totonacos, tepehuas, otomíes, popolocas, mixtecos y mazatecos; cada uno de ellos presenta una lengua, tradiciones y costumbres. Estos grupos se presentan con objetos de la tecnología regional, actividades domésticas y danzas tradicionales.

El museo posee una amplia muestra de instrumentos, herramientas y utensilios utilizados por diversas comunidades campesinas en sus actividades productivas. Podemos apreciar maquinaria para beneficio del café de la Sierra Norte, sistemas para el desarrollo de la apicultura, instrumentos para la producción de cerámica y para la recolección de pulque; todos de diversas regiones del Estado.

Además, podemos encontrar algunas muestras de tejido en ixtle y palma, así como tejido en textiles, ebanistería, herrería, curtiduría y peletería. Esta sala se complementa con tres líneas:

        1) La vida cotidiana: representada por una serie de objetos como muebles, ropa, juguetes, y útiles escolares que forman parte de nuestra cultura popular.

        2) La danza: importante en regiones del Estado, la cual se presenta con una colección de trajes y máscaras que nos dan cuenta de la diversidad y la riqueza artística de Puebla. La danza de los Voladores de la Sierra Norte; los Tecuanes, que proviene del sur del Estado; las danzas de los Negritos, Santiagueros y los Huehues, son algunas de ellas.

        3) El ciclo de vida: en el museo se exhibe una colección de ornamentos elaborados en papeles de colores, tela, cera y plástico, que hace referencia a la vida y los sacramentos, como los ritos de paso, bautizo, comunión, confirmación, matrimonio y muerte. Parte de esta colección proviene de San Gabriel Chilac, en el sur de Puebla, así como de otras regiones del Estado. Finalmente, la sala termina con una reproducción de ofrenda dedicada al día de muertos de la región de Huaquechula Puebla, fiesta celebrada el 2 de noviembre.

El tigre. Museo Regional de Puebla. INAH.

Bibliografía
  • Revista Patrimonio de México: Centro Cívico 5 de Mayo (Número Especial), México, 1962.
  • HERREMAN, Yani; GONZÁLEZ DE LA MORA, Sergio; y Guillermo SCHMIDHUBER, “México-museos 1972-1980”, en Museum, XXXII:3 (1980), pp. 92-107.
  • OLIVÉ NEGRETE, Julio César; y BOLFY COTTOM (coords.), INAH, una Historia, Vol. I: Antecedentes, Organización, Fundamentos y Servicios, México, INAH, 2003.
  • Información obtenida a raíz de una conversación con la Museógrafa Quetzalina Muñoz, del Centro INAH-Puebla, quien ha laborado en dicho centro desde el año 1975.

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¹ Antropólogo del Centro INAH Puebla.

² Revista Patrimonio de México

³ Revista Patrimonio de México

⁴ Revista Patrimonio de México

⁵ Información obtenida a raíz de una conversación con la Museógrafa Quetzalina Muñoz, del centro INAH Puebla, quien ha laborado en el Centro INAH Puebla desde el año

⁶ OLIVÉ NEGRETE Y COTTOM (coords.), INAH, una Historia…

⁷ HERREMAN, GONZÁLEZ DE LA MORA, Y SCHMIDHUBER, “México-museos  1972-1980”.

⁸ HERREMAN, GONZÁLEZ DE LA MORA, Y SCHMIDHUBER,  “México- museos 1972-1980”.

⁹ HERREMAN, GONZÁLEZ DE LA MORA, Y SCHMIDHUBER, “México-museos 1972-1980”.