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ENFOǪUE AL PATRIMONIO

El pasado reciente: La arqueología del siglo XX

Erik Chiquito Cortés¹

Molde de moneda incusa de águila en espejo y reverso de peso 0.720. Erik Chiquito Cortés. Molde de moneda incusa de águila en espejo y reverso de peso 0.720. Erik Chiquito Cortés.

"Miré la avenida Obregón y me dije: voy a guardar intacto el recuerdo de este instante porque todo lo que existe ahora mismo nunca volverá a ser igual. Un día lo veré como la más remota prehistoria”, acentúa Carlos, protagonista de la novela Las batallas en el desierto, escrita por el mexicano José Emilio Pacheco y publicada a principios de la década de los ochenta.

Es interesante percibir cómo una de las obras literarias más influyentes del siglo XX en México trata el tema del pasado, pero no cualquiera, sino aquel que es reciente, ese que al pasar el tiempo se convierte en un recuerdo difuso o pareciera volverse inexistente; que se puede activar al escuchar una canción, degustar un platillo, oler una fragancia, tener una conversación o al reconocer un objeto que formó parte de nuestro andar en un preciso momento de la vida.

El pasado reciente desde la arqueología, parece no ser un asunto prioritario en la disciplina. Esto motivado posiblemente, por la idea de que el siglo XX es un periodo ampliamente documentado en fuentes escritas o a través de herramientas tecnológicas como son: la radio, la televisión, la fotografía o el cine; sin olvidar las diversas y valiosas investigaciones realizadas principalmente por la Historia. Asimismo, debe sumarse la noción generalizada de que la práctica arqueológica es inherente al periodo prehispánico, donde los especialistas únicamente estudian a las sociedades mesoamericanas que habitaron en zonas completamente lejanas de la “actual civilización”, sin profundizar más allá de esta época.²

Sin embargo, al tener la disciplina arqueológica como base de investigación al ser humano a partir de su materialidad, ésta tiene la facultad de indagar desde su pasado más remoto, hasta el reciente, ya que la producción de cultura material, ha estado y estará presente en todo el devenir de la humanidad.

El presente texto tiene como objetivo acercarse, de manera general, al tema de la arqueología del pasado reciente, a través de ciertos ejemplos existentes en la ciudad de Puebla. Asimismo, aborda algunos puntos donde se reflexiona el papel, función y atribución del quehacer arqueológico en contextos cercanos a nuestro tiempo.

 

¿ARQUEÓLOGOS O RECOLECTORES DE BASURA?³

En la cinta Los olvidados de Luis Buñuel (1950) se muestran los escenarios correspondientes a las periferias del entonces Distrito Federal, como espacios donde la basura y los desechos de construcción son habituales; manifestando cómo los alrededores de la capital poco a poco se unían a la metrópoli a través de estos “paisajes”. El trasfondo de la fotografía de Gabriel Figuera nos revela, además del crecimiento demográfico y urbano de mediados del siglo XX, una latente problemática que se ha ido incrementando al pasar de los años en México y el mundo, correspondiente a la producción de basura, su manejo y depósito.

Ampolleta localizada en las excavaciones; Propaganda de fármaco hacia principios de siglo XX. Erik Chiquito Cortés.

Si bien en un plano ambiental la basura es un serio conflicto, el cual debe tener toda nuestra atención, para la arqueología significa también un elemento fundamental para el estudio de las sociedades del pasado reciente y contemporáneas, quienes producen, consumen y desechan mucho antes de ser conscientes de hacerlo, como es el caso manifiesto de los productos utilizados en la primera infancia.

Lo anterior nos lleva a realizar la pregunta: ¿arqueólogos o recolectores de basura? Aunque en esencia existe un vínculo cercano entre ambos, lo cierto es que el método hace la diferencia, ya que los procesos de investigación son minuciosos al momento, por ejemplo, de registrar los materiales obtenidos, principio definido como contexto. Este contexto en nuestro caso, convierte prácticamente a todos los lugares en un sitio para obtener información, debido a que la basura es un hecho persistente y habitual en nuestra cotidianidad.

Dicho esto, el siguiente cuestionamiento se adentra en comprender ¿por qué la arqueología estudia la basura? Y la respuesta, aunque compleja, puede resumirse si atendemos la premisa de qué es materialidad, la cual, como ya se mencionó, producimos, consumimos y desechamos en un tiempo y espacio determinado. Asimismo, debe tomarse en cuenta que el “tirar” la basura es mayoritariamente un acto inconsciente y en ocasiones hasta indiferente, en el que depositamos no solo los “desperdicios” de la jornada, sino también hábitos, creencias o formas de alimentación, que se reflejan en la cultura material que adquirimos y que, a diferencia de otros aspectos de nuestra vida, estos no se encuentran alterados por algún interés personal o colectivo, como podría ser la elaboración de un CV, carta de presentación, informe, etc.

Detalle de cabello y periódico. Erik Chiquito Cortés

Finalmente, pese a creerse que la basura y los basureros son una conceptualización exclusiva del pasado reciente; las pesquisas arqueológicas han permitido establecer que esto no es así, pues el hecho seleccionar un espacio específico donde se coloquen los desechos del día a día, están presentes en las sociedades prehispánicas, novohispanas y decimonónicas; al indagarlos, nos adentrarnos a temáticas que no son tan visibles en la vida pública, pero que se asocian al plano de lo privado y lo cotidiano, pues ya lo dice el dicho: “enséñame tu basura y te diré quién eres”.

 

AP-DP: ANTES Y DESPUÉS DEL PLÁSTICO⁴

“Las cosas que se modernizan, a mí me simpatizan. Ésta es la nueva botella de cloralex. ¡Ahora de plástico e irrompible!”, sentencia con un guiño una ama de casa dentro de un comercial para la televisión mexicana de 1967. Aunque parece una descarada promoción, el fin de la cita es entrever cómo, en objetos habituales, el plástico fue convirtiéndose en el producto del siglo, el cual era conceptualizado como un material de vanguardia.

Dicho lo anterior, podemos asegurar, sin duda alguna, que el siglo XX no podría entenderse sin el papel protagonista que desempeñó el petróleo. Ya sea desde un punto de vista económico, energético o de consumo, éste producto fue, y sigue siendo, la base financiera de muchos países como México, quien, no solo lo considera un asunto de capital, sino también como un emblema de nacionalidad, patrimonio, identidad y en últimas fechas de soberanía.

La importancia del petróleo como un recurso rentable se debe al consumo de sus derivados, donde destacan los plásticos semisintéticos o sintéticos, los cuales son los más frecuentes en nuestro entorno, ya que prácticamente están en todos los productos que utilizamos. Por tanto, el también llamado polímero, es el material más abundante dentro de los primeros niveles en las excavaciones arqueológicas de corte urbano, pues su durabilidad (que en la actualidad representa un serio problema), permite, por ejemplo, visualizar casi intactas envolturas de décadas pasadas.

Juguete de plástico moldeado, futbolista con balón. Arnulfo Allende Carrera

Juguete de plástico moldeado, "Mamá pata". Tras su cola, se disponía sus tres patitos. Arnulfo Allende Carrera

A diferencia de la historia, que tiene la posibilidad de estudiar periodos específicos, la arqueología es una disciplina que percibe en la materialidad, los cambios y continuidades que tienen las sociedades en periodos temporales extensos. Sin embargo, esto no descarta que tenga la facultad de enfatizar sobre un acontecimiento, pero al interesarse en el contexto, debe tomar en cuenta toda la información obtenida durante su investigación, haciendo que éste se convierta en un proceso histórico, que puede ejemplificarse cuando se lleva a cabo una excavación en el centro de Puebla, donde, además de observar una ocupación continua de más de 400 años entre vidriados de influencia indígena, mayólicas poblanas, porcelanas chinas y europeas o soldaditos de plástico, resulta complicado, pero no imposible, otorgarles una fecha absoluta a los materiales analizados, pero que en un plano panorámico, nos permite distinguir, en el caso citado, patrones de consumo, modas, valorización de mercancías o nuevas tecnologías entre época y época.

Es entonces que las periodizaciones desde la arqueología buscan, como fundamento divisorio, un proceso o hechos determinantes que cambiaron el modo de ver o entender la realidad a largo plazo. Dicha situación, hablando desde la materialidad, es evidente en el siglo XX a través de la producción a gran escala del plástico, que instruyó a la sociedad el consumo de un solo uso.⁵

Por tanto, consideramos prudente segmentar al siglo XX (de manera general y como una propuesta que deberá refutarse o pulirse) con base en el esquema dual: antes y después del plástico, tomando como eje el año 1950, tiempo en el que se empieza a consumir de manera más constante el polímero en México.

 

LO QUE NOS DICE LA ARQUEOLOGÍA EN CONTEXTOS DE SIGLO XX

Con base en el planteamiento expuesto en el apartado anterior, a continuación se presentan algunos casos de estudios llevados a cabo en la ciudad de Puebla, donde los contextos del siglo XX nos permiten adentrarnos a los modos de vida, consumo y pensamiento del pasado reciente.

En el primer periodo, que considera el inicio de siglo hasta 1950, destaca las excavaciones realizadas en el fuerte de Loreto en el año 2012, donde se pudo documentar, dentro de la Casa del Capellán, evidencia de la última ocupación militar del recinto, correspondiente a la década de los treinta.⁶

Tras localizar un piso asociado a un arranque de muro, nos percatamos de un faltante considerable del suelo. Al intervenirlo, se halló un basurero conformado de fragmentos de botas, espuelas y cartuchos quemados. Sin embargo, los elementos que más llamaron la atención fueron una serie botellas y ampolletas de vidrio, que constituían alrededor del 70% del material registrado de esa excavación.

Después del análisis, se pudo determinar que las botellas contenían cervezas, perteneciente a la compañía Moctezuma producidas en Orizaba; mientras que las ampolletas correspondían a medicamentos donde se destacó el Arthigon, fármaco utilizado para combatir enfermedades venéreas como la gonorrea. En resumen, la información obtenida durante la indagación en el fuerte de Loreto nos permitió vislumbrar los graves problemas de salud presentes en el ejército mexicano de principios de siglo, sin olvidar los gastos que representaban para el país la adquisición de las medicinas.

Envoltura de pan de caja, marca Bimbo; botella de vidrio prensado marca Pepsi y envoltura de jugo Bonafina. Stefan Carvajal Garduño

Más allá del contexto castrense, también existen investigaciones arqueológicas pertenecientes a casa habitación como fue la vivienda 508 de la Plazuela de los Sapos (6 Sur). En este recinto se hallaron una serie de objetos que resaltan una clara convivencia entre el mundo profano y el espiritual, pues, en el primer caso, se registró el molde reverso de una moneda (incusa de águila en espejo), que sugiere la “imitación” del llamado peso 0.720, el cual circuló en nuestro país del año 1920 a 1945. Lo llamativo de esta pieza fue su composición, pues al contar con una aleación del 72% de plata pura, su cotización aumentó al igual que su falsificación. Por otro lado, en un muro de la planta alta, dentro de la mampostería de piedra, se halló un mechón de cabello humano enrollado con un fragmento de periódico. Esta práctica, aunque de primera instancia se interpreta como brujería, en realidad puede tratarse de un hecho vinculado con las mujeres, el cual consistía en recoger el pelo, ya sea por corte o peinado, para después colocarlo en un sitio conocido. La intención de ello se asocia con el más allá, pues se presumía que el alma sólo descansaría al momento de obtener todos los cabellos dejados en el plano terrenal.

En el segundo periodo que abarca de 1950 a 1990,⁷ sobresale el extraordinario basurero registrado en la Casa del Mendrugo⁸ (4 Sur 304), en el cual se advierten las tres décadas en que el inmueble fue ocupado como vecindad. A través de objetos como platos, tazas, vasos, envases de aceite o gaseosa, elaborados en cristal, cerámica o peltre, es posible distinguir los modos de vida y consumo de personas que compartían el mismo edificio.

Sin embargo, son los juguetes los que permiten divisar un hecho poco abordado en los estudios arqueológicos como es la infancia.⁹ En este sentido, los objetos hallados durante la intervención nos develan, entre otras cosas, condiciones como educación de género, ya que mientras los hombres podrían tener un rol de deportista, apache o soldado, es decir, “audaz aventurero”, a las mujeres les debía incentivar, a partir del juego, el instinto maternal que puede proyectarse en la figura de la mamá pato. Por su parte, la existencia de piezas relacionadas con productos comerciales, sean frituras, panes o refrescos, declara el gran interés que tienen las compañías por el mercado infantil, donde la colocación de algún personaje o diseño atrayente en su envoltura ha sido fundamental para llamar su atención, sin olvidar, el accionar de colocar dentro de los empaques o a cambio de ciertas etiquetas o corcholatas, juguetes que, en ocasiones, se volvieron más icónicos que los consumibles, marcando generaciones completas.

Finalmente, cabe mencionar lo registrado en la avenida 28 Oriente, correspondiente a Xanenetla,¹⁰ donde se pudo observar gran cantidad de desechos pertenecientes al barrio. Con base en el registro estratigráfico, se distinguió una capa considerable de basura en los diferentes sondeos que se realizaron, destacando la unidad 1.

Busto de plástico, serie grandes músicos, tal vez Beethoven o Mendelssohn y anillo de monstruo, pertenecientes a la marca Sabritas. Arnulfo Allende Carrera

Entre los materiales localizados, podemos hacer una división general entre juguetes, calzado, útiles escolares, trastes, botellas y envolturas de productos para el hogar, siendo estos últimos los que nos permiten otorgarle una fecha aproximada al contexto, correspondiente a la primera mitad de la década de los ochenta.

Aunado a ello, los objetos recuperados también nos permitieron distinguir patrones de consumo y hábitos, como es la asimilación en la dieta de productos procesados como es el pan de caja, refrescos o jugos. Por su parte, la adquisición de licores en envases no mayores a 250 ml. (mejor conocida como pachita), podría referenciarnos a un hecho común de ingerir bebidas alcohólicas en la calle. Finalmente, el hallazgo de una bolsa de detergente y un shampoo para niños, considera una labor esencial en la vida cotidiana del siglo XX, la cual tiene que ver con hábitos de asepsia que en esta centuria se fortalecieron.

 

REFLEXIONES FINALES

Como se mencionó al inicio del texto, el pasado reciente dentro de la arqueología no es considerado de manera amplia, debido a que se cree poco historiable desde la disciplina, lo que ha dado como resultado que, en múltiples rescates y proyectos arqueológicos, estos contextos sean considerados simplemente como rellenos o escombros, sin profundizar más en el tema.

Este trabajo buscó, de manera general, introducirnos al fenómeno de la arqueología del siglo XX en Puebla, como un ejercicio de investigación que puede aportar conocimiento al estudio de las sociedades del pasado reciente y contemporáneas.

Cabe señalar que la labor arqueológica en la ciudad ha considerado este periodo, no solo en un plano de excavación-análisis, sino también con un sentido de divulgación, como es el caso de la exposición temporal Voces subterráneas, y la permanente de Casa del Mendrugo, donde los visitantes rememoran su pasado a través de las piezas expuestas en una vitrina. Por lo cual, consideramos sumamente importante se continúe con la tarea, tanto de indagación, como de difusión de una centuria tan fascinante y compleja como la del siglo XX.

Finalmente, en un ensayo sobre la manera en que el mexicano se ha visto así mismo, Carlos Monsiváis refiere a la fotografía como el espejo por excelencia de la sociedad nacional durante el siglo XX.¹¹ Esto se debe a que su reflejo además de duradero y accesible a gran parte de la población, se convirtió en parte esencial de la decoración de la casa, la cual buscó, por ejemplo, exaltar a los ancestros fundadores, enmarcar los acontecimientos más relevantes como una boda o bien, como manifiesto de descendencia. No obstante, al pasar el tiempo, las fotos poco a poco irán pasando desapercibidas de tal manera que, en un determinado tiempo, se “sepultarán” en cajas o álbumes familiares, que solo serán remembrados al instante de rencontrarse con ellos.

Una situación similar ocurre con la materialidad del pasado reciente, la cual consideramos intacta en nuestro recuerdo, pues además de su cercanía temporal, también pudimos vivirla, por lo que evocarla en apariencia, no resultaría difícil. Sin embargo, y a modo de analogía, solo falta ver alguna fotografía antigua para darnos cuenta que no es así, pues muchos detalles del instante capturado, fueron olvidados de nuestra memoria.

 

Bibliografía
  • ALLENDE CARRERA, Arnulfo, Guion Sala siglo XX, Museo Casa del Mendrugo, 2013.
  • CHIQUITO CORTÉS, Erik, “Intervención arqueológica en el fuerte de Loreto, Puebla”, en María de Lourdes López Camacho (coord.), Desenterrando fragmentos de la Siglos XVI al XIX, México, INAH, 2016, pp. 467-481.
  • CHIQUITO CORTÉS, Erik y Fabiola MORENO HERNÁNDEZ, “Evocaciones del pasado: una mirada arqueológica desde Xanenetla”, en Los secretos de Puebla, México, Gobierno del Estado de Puebla, 2018, pp. 59-80.
  • FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, Víctor M., Una Arqueología crítica. Ciencia, ética y política en la construcción del pasado, Barcelona, Crítica, 2006.
  • GÓNGORA PÉREZ Pérez, Juan Pablo, “La industria del plástico en México y el mundo”, en Comercio exterior, 64:5 (septiembre-octubre 2014), pp. 6-9.
  • JAVALOYAS, David, “Aprendiendo a través de la basura. Una experiencia educativa en arqueología”, en Íber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, 75, (octubre 2013), pp. 90-96.
  • MATUTE AGUIRRE, Álvaro, “De la tecnología al orden doméstico en el México de la posguerra”, en Aurelio DE LOS REYES (coord.), Historia de la vida cotidiana en México. Siglo XX. La imagen, ¿un
    espejo de la vida?, México, El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2014, pp. 157-176.
  • MONSIVÁIS, Carlos, “‘Soy o me parezco’. El retrato en México en el siglo xx”, en Enrique Florescano (coord.), Espejo mexicano, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Arte, Fondo de Cultura Económica, Fundación Miguel Alemán, 2013, pp. 178-221.
  • NEVADO, Rafael, “¿Sociedad o suciedad? Aportes desde la Antropología Aplicada”, en Cuadernos de etnología y etnografía de Navarra, 31:73, (1999), pp. 191-198.
  • RATHJE, William y Cullen MURPHY, Rubbish! The Archaeology of Garbage, Harper Collins Publishers, Nueva York, 1992.
  • REYNOSO RAMOS, Citlalli, “Biografía  cultural de la cocina y sus utensilios: la especialización del buen comer y el buen beber a través de la basura arqueológica en Puebla durante los siglos XVIII-XIX”, tesis de doctorado en antropología, México, UNAM, 2015.
  • SÁNCHEZ GRAILLET, Luis Avelino, “Apuntes sobre la formación de la idea del petróleo como patrimonio nacional de México”, en Pablo ESCALATE GONZALBO (coord.), La idea de nuestro patrimonio histórico y cultural, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Arte, Fondo de Cultura Económica, Fundación Miguel Alemán, 2011, pp. 90-122.

 

  1. Licenciado en Arqueología por la Universidad Veracruzana, Maestro en Historia del Arte por la UNAM. Actualmente es docente de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
  2. Esta asociación no es fortuita, ya que se ha construido a partir de un discurso del Estado posrevolucionario, quien buscó en el pasado prehispánico, el origen prístino de la nación mexicana del siglo XX.
  3. Las reflexiones presentes en el apartado derivan de: RATHJE y MURPHY, Rubbish!...; REYNOSO RAMOS, “Biografía cultural de la cocina…”; NEVADO, “Sociedad o suciedad…”; JAVALOYAS, “Aprendiendo a través de la basura…”.
  4. Las reflexiones presentes en el apartado derivan de: SÁNCHEZ GRAILLET, “Apuntes sobre la idea del petróleo…”; GÓNGORA PÉREZ, “La industria del plástico…”; FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, Una Arqueología crítica…; MATUTE AGUIRRE, “De la tecnología al orden domésticos…”.
  5. Dicha noción tiene un fundamento del mercado capitalista, donde las economías son prosperas a partir del consumo, desecho, consumo, Muestra de ello es que un factor para medir el “desarrollo” de un país, se basa en el número de autos nuevos adquiridos por su población.
  6. CHIQUITO CORTÉS, “Intervención arqueológica…”, pp. 475- 479.
  7. La propuesta de finalizarlo una década antes del fin del siglo se debe a que durante este periodo el auge de las tecnologías digitales comenzó a proyectarse en México, lo que dio como resultado la incorporación de nuevos productos como fue la computadora o los teléfonos celulares, los cuales poco a poco comenzaron a cambiar los modos de comunicación, a tal grado que se convirtieron en herramientas indispensables al iniciar el nuevo milenio.
  8. ALLENDE CARRERA, Guion curatorial
  9. Un punto para considerar es que, posiblemente, la convivencia más evidente en una vecindad es la que se da entre los niños, quienes a partir del juego se descubren a través del otro.
  10. CHIQUITO Y MORENO, “Evocaciones del pasado…”, pp. 61-73.
  11. MONSIVÁIS, “Soy o me parezco…”, pp. 178-221