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ENFOǪUE AL PATRIMONIO

Comunicación educativa: El arte de crear un museo

Rosa María Licea Garibay¹

La visita guiada escolar en el Museo. 2019. Secretaría de Cultura, CNPPCF. Ana Belen Recoder. La visita guiada escolar en el Museo. 2019. Secretaría de Cultura, CNPPCF. Ana Belen Recoder.

Sí, la función educativa de los museos es un asunto prioritario en la contribución del conocimiento y la valoración del patrimonio que resguardan. Es una poderosa herramienta para la generación de procesos de diálogo, participación y aprendizaje, orientada a enriquecer la experiencia de personas y comunidades. Pero, ¿Cuáles son los aportes de la pedagogía y la psicología educativa al ámbito museístico? ¿Cómo impactan en la construcción de la misión de los museos como espacios de enseñanza-aprendizaje? ¿Qué hace el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos desde el ámbito de la comunicación educativa?

El vínculo de los museos con la educación existe por lo menos desde finales del siglo XVIII, cuando las colecciones privadas comenzaron a abrirse al público. Al paso del tiempo, la manera de concebir la relación entre el espectador y la museografía se ha transformado como consecuencia natural de la redefinición de esos espacios como instituciones que, además de resguardar y preservar piezas de colección, tienen una responsabilidad comunitaria y social.

En el caso de los museos de Europa, su función educativa se orientó, desde su origen, a fomentar la contemplación estética para la formación del buen gusto de los ciudadanos. En Estados Unidos, en cambio, esta función fue vista como un recurso para complementar el aprendizaje de disciplinas como la historia y la literatura. Ambos enfoques comenzaron a cuestionarse desde finales del siglo XIX, a raíz del impulso que tuvo el movimiento de educación progresista, el cual cuestionó los métodos tradicionales de enseñanza y aprendizaje basados en la transmisión lineal de contenidos y el rol pasivo de los estudiantes. En este contexto, figuras como John Dewey defendieron el valor de la educación como medio para alcanzar la democracia y una mayor justicia y participación social.

De origen estadounidense, Dewey había fundado una escuela experimental a la que los niños asistían para resolver problemas y retos de la vida cotidiana. Ellos cocinaban, cocían, cultivaban, hacían carpintería y, en medio de todas estas actividades, aprendían a leer, escribir y hacer cuentas. Muy pronto, el también filósofo y crítico trasladó sus ideales educativos al ámbito del arte y desde allí insistió en la importancia de la educación estética y humanista para formar sociedades democráticas. Cuestionó también la concepción de los museos como instituciones disociadas de la experiencia y de la vida cotidiana, y los definió como cárceles del arte y la cultura.

En su obra El arte como experiencia, Dewey defendió el enorme potencial educativo que tienen los museos y su imprescindible rol social para la formación de ciudadanos críticos. “Un museo dirigido a fines de educación tiene que resolver problemas que se presentan radicalmente diferentes, con respecto a los que existían cuando eran nada más que una colección de objetos curiosos, interesantes, posiblemente lindos, o parte de una colección de recuerdos históricos”,2 apuntaba el estudioso.

Años después, el movimiento progresista introdujo al campo de los museos la perspectiva de una educación autónoma y liberadora, encaminada a facilitar la construcción del conocimiento basado en la experiencia, que lograra integrar la teoría y la práctica, lo cual Dewey pudo resumir en la frase “aprender haciendo”. Al mismo tiempo reconocía el rol activo de los visitantes en su propio aprendizaje. En este mismo sentido, Theodore Low, curador educativo del Museo Metropolitano de Arte, añadió la necesidad de que los responsables de las áreas educativas de los espacios museísticos, además de su formación y experiencia en el campo de las artes, se acercaran también a las disciplinas pedagógicas.3

 

El vagón de la radio, espacio de animación sociocultural infantil y juvenil. 2019. Secretaría de Cultura, CNPPCF. Ana Belen Recoder.

  

 La visión de los museos como espacios de educación, entendida ésta como un proceso activo, ligado de manera íntima a las experiencias, necesidades y expectativas de los visitantes, y cuyo propósito más que instruir sea el de alentar la motivación y la creatividad, se acentuó durante la segunda mitad del siglo XX, por influencia de la psicología educativa, que desde distintos enfoques, como el humanismo, el constructivismo, el cognitivismo y la corriente sociocultural, dio elementos sustanciales para una mejor comprensión del origen y construcción de conocimientos, así como de los aspectos de personalidad, sociedad y cultura, que inciden en el aprendizaje.

Representantes de la psicopedagogía, como Lev Vygotsky, Carl Rogers, Abraham Maslow, David Ausubel y Jerome Bruner, cuestionaron el paradigma conductista basado en el estímulo y la respuesta, el cual dominó el campo de la educación durante la primera mitad del siglo XX. Desde distintos enfoques, estos líderes colocaron en el centro del proceso educativo la capacidad de cada individuo para conducir sus propios aprendizajes. En este contexto George Heine, director del Programa de Investigación y Evaluación Grupal de la Escuela de Artes y Ciencias Sociales de Lesley, Cambridge, admitió que las diversas corrientes y teorías psicopedagógicas, en especial las vinculadas con el constructivismo, eran fundamentales para comprender y abordar la función educativa del museo, como “una actividad social que se basa en la motivación, la interacción, la experiencia y el contexto”.4

En el caso de Latinoamérica, un referente obligado de los aportes pedagógicos al campo de los museos se encuentra en el movimiento de educación popular, que sentó sus bases en la filosofía de Paulo Freire, pedagogo brasileño y pionero de la alfabetización de adultos en el noreste de Brasil. Con un compromiso social inquebrantable, frente a los sectores más vulnerables de su país, Freire desarrolló un enfoque teórico-metodológico que ayudó a comprender y practicar la educación como un acto y proceso liberador en el que intervienen el amor, el coraje, la reflexión y la acción del hombre sobre la realidad para transformarla.

Los principios de la educación popular abonaron el terreno en el que germinó la animación sociocultural, concepto utilizado por primera vez en 1945 en un documento del Ministerio Francés de Educación Nacional, para denominar o caracterizar a “toda una serie de agentes que desarrollaban acciones socioeducativas y culturales con personas, grupos y comunidades en sus propios ámbitos territoriales de vida cotidiana”.5

Es cierto que la  animación  sociocultural como estrategia orientada a impulsar tareas educativas se consolidó hasta la década de 1960-1969, con el advenimiento de propuestas y experiencias que defendieron el acceso a las distintas manifestaciones culturales. La animación promovía, desde una visión democrática, la expresión, la creatividad y la innovación al tiempo que fomentaba espacios de pertenencia, identidad y liderazgo que daban cabida a agentes de transformación social y protagonistas de la historia.

De alguna forma, los ideales de la animación sociocultural estuvieron presentes en la “nueva museología”, la cual plantea un nicho de oportunidades para consolidar espacios democráticos en los que prevalezca el respeto a la diversidad cultural, social e individual; se propicie el diálogo con la comunidad y se estimule su participación en las acciones de conservación, difusión y aprovechamiento del patrimonio que resguardan. En este sentido, la aspiración democrática de los museos necesariamente se vincula a las nociones de interculturalidad e inclusión con las que se busca generar en los visitantes sentimientos de seguridad y pertenencia.

 

Participación comunitaria en el jardín para polinizadores. 2019. Secretaría de Cultura, CNPPCF. Ana Belen Recoder.

  

 COMUNICACIÓN EDUCATIVA EN EL MNFM

La misión educativa del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos está plasmada en los objetivos estratégicos de la institución, que se orientan al desarrollo de programas y proyectos que buscan difundir y poner en valor el patrimonio ferroviario material e inmaterial de México. Esto, mediante el aprovechamiento pedagógico, creativo y crítico de los medios de comunicación y las tecnologías de la información. 

Para lograrlo, el Museo ha dedicado importantes esfuerzos a la construcción de una filosofía y modelo educativos propios, sustentados en el humanismo, las corrientes cognitiva, constructivista y sociocultural, así como en la educación popular, y a partir de éstos busca promover el derecho humano a la cultura, la inclusión e igualdad sustantivas, el respeto a la diversidad en todas sus manifestaciones, la tolerancia, el diálogo abierto de saberes y la participación ciudadana.

Desde la misión educativa del MNFM, los museos públicos ocupan un lugar protagónico, de allí el énfasis en mantener un diálogo permanentemente con ellos. Sin duda, una forma eficaz para hacerlo han sido los estudios y herramientas que le permiten conocer los perfiles, necesidades y expectativa de las audiencias, así como el entendimiento de procesos de interpretación y las formas de aprender en el espacio y contexto museístico. En esta línea de trabajo, el Museo ha llevado a cabo investigaciones sobre las prácticas culturales de los habitantes de su entorno barrial; cada año participa en las encuestas nacionales de público que coordina el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) y permanentemente evalúa sus servicios, aplicando para ello cuestionarios de salida, y colocando libros de opinión en todas las exposiciones que monta. También se cuenta con un buzón de recomendaciones y se realizan regularmente análisis estadísticos sobre la visita presencial y los seguidores en redes sociales y actividades en línea.

 

“Estación verano”, festival por la cultura y la paz. 2019. Secretaría de Cultura, CNPPCF. Ana Belen Recoder

 

 Ahora bien, desde el conocimiento de que la cultura contribuye al desarrollo integral de las personas y las comunidades, así como a contrarrestar la inequidad de oportunidades y la violencia que viven grandes sectores de la sociedad, el MNFM considera como pilar de su misión educativa, fomentar ambientes de aprendizaje en los que los visitantes se sientan bienvenidos, seguros, aceptados y emocionalmente vinculados al museo, a su historia y a sus colecciones. Con esta idea, se ha impulsado el desarrollo de espacios de animación sociocultural, como la Biblioteca pública, la Ludoteca, la Bebeteca, el Vagón de la ciencia, el Vagón de la radio y el “Jardín comunitario”. En estos espacios se promueve el juego, la lectura, la divulgación científica, la producción radiofónica y el cuidado del medioambiente.

 

“En la vía mural”, proyecto de galería urbana con jóvenes artistas poblanos. 2018. Secretaría de Cultura, CNPPCF. Ana Belen Recoder.

 

Además, el Museo ha logrado consolidar un programa anual de “Festivales por la cultura y la paz”, que funcionan como una plataforma de diálogo con los públicos en torno a la historia, cultura y tecnología de los ferrocarriles, pero también sobre temas imprescindibles de la sociedad contemporánea, como las culturas indígenas y afromexicanas, la migración, los derechos humanos, la interculturalidad, la sustentabilidad y la biodiversidad, entre muchos otros. El MNFM realiza cuatro festivales al año, que le han permitido trascender sus muros para llegar a las 17 Juntas Auxiliares de la ciudad de Puebla y su área conurbada, así como a las unidades habitacionales, colonias populares, mercados, espacios públicos y otros museos ferrocarrileros de México. 

La agenda cultural y educativa del Museo convoca a niños, jóvenes y adultos con visitas guiadas dramatizadas, recorridos sonoros, proyección de películas, cine-debates, talleres, rallyes familiares, charlas didácticas y presentaciones artísticas, entre muchas otras actividades. En esta agenda el público joven ha ganado un espacio importante con el proyecto “En la vía Mural”, cuyo propósito es visualizar el trabajo de artistas poblanos desde la pinta de murales en gran formato en los que comparten historias de trenes, viajes, estaciones, esperas y despedidas. Estos murales integran galerías urbanas en el entorno del Museo, en las calles y avenidas de la ciudad de Puebla, visibles a peatones y automovilistas.

“Música entre vagones” es otro proyecto que el Museo lleva de la mano con los jóvenes, con el propósito de abrir espacios a la diversidad musical poblana, con la presentación de solistas y bandas emergentes.

 

Espectáculo teatral, con la participación de trabajadores ferrocarrileros. 2019. Secretaría de Cultura, CNPPCF. Ana Belen Recoder.

 

Un pilar más del trabajo educativo en el MNFM es la producción de recursos lúdico didácticos y multimedios de apoyo a la interpretación del patrimonio ferroviario. Aquí destacan los juegos populares adaptados a la temática de los trenes, materiales para armar como vagones y locomotoras a escala; programas, series y cápsulas radiofónicas, así como la edición de la Guía para el docente de primaria, que en sus versiones impresa y digital ofrece a los maestros información, actividades y una gran cantidad de materiales para que puedan ser los guías de sus grupos en la visita escolar al museo.

Por eso mismo, en el contexto del confinamiento generado por la pandemia del COVID-19 y del cierre temporal del Museo, estos recursos han sido esenciales para dar continuidad a las actividades, gracias a su amplia difusión en las redes sociales del MNFM , así como en las plataformas digitales “México es cultura”, “Contigo en la distancia”, Mexicana y @prende.mx, impulsadas por las Secretarías de Cultura y Educación Pública del gobierno federal.

Lo planteado hasta aquí es una invitación a reflexionar sobre el papel de la educación en los museos, a cuestionarnos, en cada espacio, si la filosofía, políticas y programas culturales que nos guían son capaces de convocar, seducir y provocar a los públicos, pero también de ir a su encuentro. ᴥ


 Bibliografía

  • ARRIAGA, Amaia, “Desarrollo educativo del museo: narrativas y tendencias educativas”, en Revista Digital do Lav, 7:4 (1983), pp. 1-23.
  • CAMPERO, Fabio, y Cladio VIALE, “Educar a través de la experiencia estética, el museo según Dewey”, en Revista Digital Diálogos Pedagógicos, Argentina, Universidad de Córdoba, 2019, pp. 152-177.
  • HEIN, George, “La responsabilidad social de los museos” en Simposio Internacional de Educación en La aportación educativa de los museos a la sociedad”, Puerto Rico, Museo de Arte de Ponce, 2009.
  • ÚCAR Xavier, Medio siglo de animación sociocultural en España: balance y perspectivas. Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona, 1994.


  1. Maestra en Comunicación y Tecnologías Educativas por el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Especialista en la traducción de resultados de investigación a mensajes y productos para medios de comunicación y promotora de radio para       niños y niñas desde 1998. Actualmente es subdirectora de Servicios Educativos y Extensión del CNPPCF. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 
  2. CAMPERO y VIALE, “Educar a través de la experiencia estética…”, p. 10.
  3. ARRIAGA, “Desarrollo educativo del museo…”, p. 10.
  4. HEIN, “La responsabilidad social de los museos…”, p. 32.
  5. ÚCAR, Medio siglo de animación sociocultural en España: balance y perspectivas…, p. 1.