Gerencia del Centro Histórico - Elementos filtrados por fecha: Febrero 2024

 

En esta sección te recomendamos conocer y visitar bienes muebles e inmuebles representativos de la arquitectura moderna construida durante el siglo XX en la ciudad de Puebla.

  • Edificio Coatepec
  1. 6 Nte 403, Centro Histórico

Obra del ingeniero civil brasileño Felipe Spota Marquesa, esta unidad habitacional cuenta con una fachada que deslumbra encanto. Su forma simétrica lo hace un edificio que llama la atención desde que se ve por primera vez y está completamente permeada por la esencia del Centro Histórico.

Año de construcción: 1947

  • Edificio Magda

Este inmueble fue uno de los primeros edificios de departamentos en la ciudad. Su entrada principal muestra un portón metálico de estilo Art Déco que se encuentra enmarcado por un arco de medio punto. Este edificio fue diseñado por José Fernández. Año de construcción: 1938

  • Edificio María

2 Sur 502, Centro Histórico

Este edificio, diseñado por el despacho del arquitecto Manuel Ortiz Monasterio y Bernardo Calderón y construido por el despacho Mastretta-Pavón, fue el primer rascacielos de la ciudad de Puebla y cuenta con una planta baja de doble altura, ocho niveles y un sótano. Este edificio representa el progreso y la modernidad de su época. Actualmente se mantiene en buen estado y es utilizado como oficinas particulares.

Año de construcción: 1946

  • Edificio San Miguel
  1. 11 Sur y Av. Reforma, Centro Histórico

Este inmueble muestra una fachada simétrica que impone por sus proporciones, colores y texturas, un gran testimonio de la arquitectura moderna desarrollado por el despacho Mastretta-Pavón.

Año de construcción: 1950

  • Fuente de Motolinía

Paseo Bravo, C. Constitución de 1917 no. 3

Obra dedicada a Motolinía, fraile fundador de la ciudad de Puebla, fue edificada por el Ingeniero Rafael Ibáñez Guadalajara para celebrar el primer centenario de la proclamación de la Independencia de México. Sus bellos tallados acompañados de la vegetación del parque hacen que este sea un punto de interés muy atractivo.

Año de construcción: 1931

  • Torres del Templo de San Cristóbal
  1. 4 Norte esquina con Av. 6 Oriente, Centro Histórico

Si bien el templo fue construido en otra época, sus torres fueron derribadas a cañonazos en el siglo XIX, por lo que Felipe Spota Marquesa con ayuda del escultor Jésus Corro Soriano, se encargaron de reconstruirlas en la primera mitad del siglo XX bajo un exquisito acabado que las convirtió en unas de las más bellas del Centro Histórico.

Año de construcción: Primera torre en 1945 y la segunda torre en 1957

  • Oficinas La Italiana (Italpasta actualmente)

Edificio C. 28 Poniente 1306

Obra de Abel Aguirre Beltrán, este edificio sin lugar a dudas nos transporta a tiempos de antaño y su icónica fachada se sigue manteniendo al día de hoy con cambios menores.

  • Casa Alhambra
  1. 6 Norte 1401, Centro Histórico

Este inmueble estilo mudéjar, fue encargado por Pedro Cue Romano y llevado a cabo por Marcos Mastretta Arista. Integra elementos arquitectónicos diversos como arcos, cúpulas y columnas, así como revestimiento de talavera poblana.

Año de construcción: 1946

  • Cine Reforma

Av. Reforma no. 340, Centro Histórico

En aquel tiempo se postulaba como el primer cine moderno y causó gran revuelo por sus características estéticas que lo unificaban como un majestuoso palacio del entretenimiento. Aunque actualmente es sede de un establecimiento comercial, en la actualidad esta obra de José Fernández, sigue siendo admirada por los poblanos y visitantes.

Año de construcción: 1939

 

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Lunes, 19 Febrero 2024 20:06

Croquis temático

 

POLÍGONO 1: COLONIA LA PAZ

  1. Parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón también conocida como Iglesia del Cielo
  2. Esperanza No.1

Iglesia impulsada por el padre Rafael Figueroa, fue construida a principios de la década de 1960.

  1. Monumento a la Bandera
  2. Zacatlán No.42ª

Construido en el año 1959 con un estilo arquitectónico basado en el Art Déco, este monumento fue tallado en piedra con una altura de 18 m. Cuenta con un mirador al que se accede por unas escaleras de caracol y su planta es cuadrada con esquinas escalonadas.

  1. Colegio Americano de Puebla

Av. 9 Poniente No.2709

Construido en el año 1949 por el Ingeniero Rafael Ibañez, dicho inmueble destaca por su estilo funcionalista.

POLÍGONO 2: ZONA ESMERALDA

  1. Monumento a Benito Juárez

Av. Juárez, Zona Esmeralda

Bajo un estilo ecléctico, este monumento fue construido en el año 1923. Su columna fue hecha de piedra de cantera con fuste estriado y la escultura de cuerpo entero moldeado en bronce.

POLÍGONO 3: SANTA MARÍA

  1. Monumento a la China Poblana

Diag. Defensores de la República y Blvr. Héroes del 5 de Mayo

Dedicada a la China Poblana, este monumento fue inaugurado el 24 de septiembre de 1971. Su fuente de tres niveles suman una altura de 3.15m y fue revestida de talavera y losetas de barro, estilo característico de la arquitectura y ornamentación poblana.

  1. Edificio Los Ídolos
  2. 46 Pte. No.910, Santa María

Construido en el año 1920, este inmueble fue diseñado bajo el estilo Neocolonial.

  1. Parroquia de Nuestra Señora del Rayo

Av. 42 Pte. 724, Santa María

Construida por el ingeniero Rodolfo Peláez Encinas en 1943, este templo representativo del estilo Neocolonial, presenta un revestimiento de ladrillo rojo amapola con diseño de petatillo, integración de elementos verticales de talavera, uso de pináculos y arcos escarzanos en el acceso principal, así como arcos de medio punto en accesos secundarios.

POLÍGONO 4: HUMBOLDT NORTE

  1. . Monumento a La Madre

Humboldt Nte.

Construida en el año 1934 por los hermanos Ravelo, esta escultura fue esculpida en piedra bajo el estilo Art Déco.

  1. Monumento a Alexander Von Humboldt
  2. 30 Nte. No.237, Humboldt Nte.

En una de las rotondas originales de la colonia que lleva su nombre, se colocó esta escultura para rendir homenaje a este personaje.

POLÍGONO 5: RESURGIMIENTO CD. NORTE

  1. Escuela Primaria J. de N. Motolinia
  2. 30 Nte. No.1207, Humboldt.

Construida entre 1929 y 1932, su decoración muestra molduras barrocas, escalinatas directas a cada puerta y pabellones con arcos de medio punto con pretil mixtilíneo.

  1. Parroquia de Nuestra Señora de Ocotlán
  2. 30 Nte. No.1206, Humboldt.

Construida en el año 1962 por el Ingeniero Antonio E. Ruiz, este templo es representativo del estilo Brutalista.

POLÍGONO 6: EL CARMEN

  1. Colegio Benavente

Construido en el año 1960, este inmueble cuenta con estilo funcionalista combinado con un revestimiento de ladrillo rojo y piezas de talavera.

COLONIAS

  1. BARRIO DE LOS REMEDIOS

Edificio Industrial

Av. 14 Ote, Barrio de los Remedios.

Construido en el año 1940, muestra tres cenefas horizontales de piedra, ladrillo y block, así como pilastras con molduras bajo el estilo Art Déco.

  1. LOS VOLCANES

Av. 23 Pte No.1301, Los Volcanes.

Construida en el año 1950, resalta su mural realizado en cantera colocado en la barda exterior.

  1. CHULA VISTA

Fundación Gabriel Pastor

Av. 37 Pte. No.705

Construida en el año de 1943 por el Ingeniero Mariano M. Pastor, el inmueble cuenta con un estilo Art Déco rodeado por jardines para el disfrute de sus habitantes.

  1. BELLA VISTA

Parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

Miguel Negrete No.2107, Bella Vista.

Construida en el año 1960, cuenta con una marcada influencia de Felix Candela, considerada de estilo Moderno.

 

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Lunes, 19 Febrero 2024 20:00

Una Ciudad en constante movimiento

 

María Fernanda Gutiérrez Hernández, Claudia Marín Berttolini

Mediadoras de acervos artísticos y de patrimonio cultural

Edson Andrade Jiménez

Diseñador editorial

 

En esta ocasión les invitamos a conocer el Patrimonio Artístico de la Ciudad de Puebla, construido en los inicio del Siglo XX, bajo la influencia de dos corrientes artísticas: el Art Nouveau y el Art Déco.

Saquen su lupa y observen cómo estas corrientes llenaron la Ciudad de edificios, casas y monumentos con distintas dimensiones, formas geométricas y texturas que permiten leer de manera visual, el paisaje urbano de Puebla bajo un ritmo y dinamismo muy particular.

EDIFICIO FABRICAS DE FRANCIA

2 Oriente esquina con 2 Norte

Hace más de 100 años se terminó de construir este edificio y en aquella época, fue considerado el inmueble más moderno de la Ciudad. Sus vigas estructurales de color verde y marcos de hierro con adornos vegetales y altos ventanales, muestran un claro ejemplo de los estilos Art Nouveau y Art Déco.

Sabías que…

Este edificio fue construido a través de una estructura armable de hierro verde traída desde Francia a Puebla y fue ensamblada por los mismos constructores de la Torre Eiffel de Paris.

 

CINE COLISEO

2 Poniente no 35

El Art Déco tiene su origen en París, durante la segunda década del siglo XX, esta corriente artística se basa en el uso de líneas rectas y figuras geométricas simétricas como se puede ver en la fachada principal de este edificio.

Sabías que…

El Cine Coliseo fue uno de los primeros cines de la ciudad en presentar películas a color y con sonido.

 

EDIFICIO VACAS

2 Oriente no.902

Bajo el estilo Art Déco tardío, este edificio fue construido en 1948 y actualmente conserva su diseño original: molduras, rosetones y pináculos de argamasa que decoran su fachada. En su interior se puede ver los barandales de herrería originales de los años 40.

Sabías que…

El sofisticado Edificio  Vacas fue, hasta los años 80, la construcción civil más alta de toda la Ciudad de Puebla.  

 

CINE REFORMA

Av. Reforma no.340

En este monumental edificio de 15 metros de altura se pueden observar líneas verticales que le proporcionan una gran dimensión, además, en su diseño arquitectónico se incorporaron contornos característicos de la estética del Art Déco.

Sabías que…

El antiguo Cine Reforma tuvo dos pisos de butacas de seda azul e incorporó aire acondicionado y un gran vestíbulo con fuente de sodas para la convivencia social.

 

Ahora es su turno de ponerse tenis cómodos, una gorra y un mapa para salir a recorrer las calles de la Ciudad de Puebla y descubrir más ejemplos de la arquitectura estilo Art Nouveau y el Art Déco: grandes fachadas, líneas verticales así como elementos decorativos geométricos, florales y vegetales.

No olvides publicar una fotografía de tu recorrido, en Facebook, Twitter e Instagram utilizando el hashtag  #ExploradoresDelPatrimonioPuebla

 

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Lunes, 19 Febrero 2024 19:56

Narrando la ciudad

 

Gabriela Tinoco González

Intérprete del patrimonio

 

En la Europa del pasado, eran los juglares quienes transmitían la herencia cultural, utilizaban la música, la poesía y el teatro para narrar episodios históricos, mitos y tradiciones populares. A través de sus actuaciones, los juglares comunicaban el conocimiento histórico de forma más amena y accesible para la población en general.

  En el México antiguo, esta labor la tenían los “Tlamatini”, ellos poseían conocimientos profundos sobre la historia, las tradiciones, los mitos y la religión de sus sociedades. Eran considerados como los “hombres de conocimiento” y se encargaban de preservar y transmitir la historia oralmente, utilizando técnicas de memorización y narración para asegurar que las generaciones futuras tuvieran conocimiento de los sucesos pasados y que su cosmovisión fuera comprendida.

  Me gusta pensar que actualmente, esta tarea la hacemos los intérpretes o guías de turistas de la mano de los cronistas de la ciudad, somos quienes transportamos a quienes nos visitan al pasado, y los acercamos al entendimiento de la vida cotidiana de nuestra sociedad, además de transmitir a otros nuestra historia, tradiciones, y conocimientos.

  Mirar la ciudad desde esta profesión, me ha hecho conocerla y reconocerla cada vez que la explico. Ha sido también observar la ciudad desde una mirada ajena y mantener mi curiosidad y sorpresa activas para reconocer lo que por la cotidianeidad vamos perdiendo.

  Puebla es una ciudad con muchísima historia registrada, somos afortunados de poder constatar y mirar nuestra historia a través de las letras de quienes la vivieron en el pasado nuestro trabajo es poder diluir esta información de tal manera que quien nos escucha pueda sentirse parte de ella.

  Nuestro Centro Histórico cuenta su historia en cada detalle ornamental y constructivo, nuestra manera de entendernos como sociedad se puede experimentar caminando por las calles y conociendo los comercios locales que desde hace años se ubican en sus mismos espacios de trabajo.

  En más de 10 años de trabajo he recorrido el Centro Histórico en miles de ocasiones, explicando a visitantes internacionales y de todas partes de la República, de quienes he aprendido mucho y con quienes compartir el diálogo y la mesa volvió cada visita única.

  Quizá una de mis experiencias favoritas fue la visita de Elena Poniatovska a la ciudad, para compartir con una amiga española, la Biblioteca Palafoxiana y el interior de la Catedral. Poniatovska es una de las escritoras, periodistas y activistas más importantes de nuestro país, acompañarla a recorrer estos espacios fue todo un privilegio, en su visita a la Biblioteca, de manera especial, conoció de cerca algunos de nuestros libros más preciados y pude mostrarle aspectos y áreas de la Catedral que le eran desconocidas.

  Pocas veces tengo la fortuna de guiar a escritoras a quienes admiro, así que yo llevaba “La noche de Tlatelolco” para que pudiera firmarla; recuerdo que esta visita fue en el mes de julio, justamente un mes antes de mi cumpleaños. Cuando vio mi libro, desgastado por las veces en que lo he leído, me preguntó por una fecha cercana especial para mí y le comenté sobre mi fecha de cumpleaños. Ella ya sabía dónde encontrarme, así que un mes después recibí un paquete con algunos de sus libros firmados y “La noche de Tlatelolco” en su última edición.

  Compartir de esta manera con quienes llegan a la ciudad me sigue llenando de mucha satisfacción, y me compromete también a seguir informándome para transmitir todo lo que nos identifica con otros.

 

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Luna Vanessa Silva Muñoz

Arquitecta y escritora

 

En este artículo quiero invitar a los y las lectoras a reflexionar en torno al espacio vacío disponible en las viviendas clasificadas como monumento artístico y aquellas correspondientes a la arquitectura contemporánea. Para este fin, les invito a entender el vacío como el espacio disponible para la exploración, la imaginación y el esparcimiento, es decir, el espacio entre personas y entre personas y cosas.

Este vacío es un espacio en mutación constante, que se modifica cada que decidimos cambiar la decoración o funcionalidad del hogar y mover de lugar los muebles, o que se reduce en considerables proporciones cuando invitamos a nuestras amistades a tomar algo en nuestras salas o comedores. En entornos urbanos, entenderíamos ese vacío como el reducido espacio entre una persona y otra al abordar el transporte en una hora pico, o bien, la agradable y justa distancia entre personas en un parque o espacio público.

Durante la pandemia por la COVID-19, arquitectas, arquitectos, urbanistas y personas analíticas del habitar se cuestionaron profundamente la cantidad de vacío disponible en las viviendas contemporáneas. Vivir el confinamiento en un departamento con una superficie de 20m2 fue una experiencia completamente distinta de aquellas que gozaron de espacios abiertos al interior de sus hogares, o de generosas piezas con altos techos.

En la Zona de Monumentos Históricos de Puebla muchos de los inmuebles catalogados como monumento artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura es decir, edificaciones construidas a principios del siglo XX, de estilos como el Provenzal, Californiano o Art Déco, son inmuebles que se caracterizan en parte por su gran generosidad de vacío.

Compuestas por amplias salas, comedores y recámaras, algunas de estas viviendas se encuentran en el fraccionamiento “Molino de San Francisco”, construido a partir de 1940.

Este fraccionamiento pone en evidencia dos puntos cruciales al momento de hacer ciudad, el primero, la correcta densidad urbana a fin de mitigar la dispersión de las ciudades posmodernas, y el segundo, el histórico acceso al vacío por parte de las clases media alta y alta. Ambas podrían encontrar el punto medio o punto de conciliación en la recuperación del patrimonio artístico para la creación de vivienda adecuada a las necesidades de la sociedad actual.

En este sentido, decir “derecho al vacío” es también decir “derecho al patrimonio artístico”. Dentro de los inmuebles catalogados en esta ciudad, poco se habla de la riqueza arquitectónica y urbana que los diseños de esta época aportaron a las teorías de hacer ciudad.

El Ex Molino de San Francisco es un fraccionamiento que además de contar con íconos del californiano poblano, emplaza en su centro el Parque de los enamorados, un espacio público de usos y usuarios diversos, en el que vacío es el escenario perfecto para la vida cotidiana.

Hablar de vacío, es hablar también de dar la oportunidad a las personas que habitamos la ciudad, de utilizar el espacio disponible para vivir día a día nuestra vida en un escenario similar a una hoja en blanco. Es dar cabida a la exploración, la imaginación y el esparcimiento. Otorgar espacios que, además de satisfacer nuestras necesidades físicas básicas, satisfagan también la creatividad y la relajación.

“Nuestra casa es nuestro rincón del mundo” decía el filósofo francés Gaston Bachelard en su libro La poética del espacio. “Es nuestro primer universo, un verdadero cosmos en todos los sentidos de la palabra”. El espacio –aparentemente vacío en nuestras viviendas, reúne todos los significados del habitar. Funge como el lugar para la regulación social, en el que, aseguradas las necesidades de protección y resguardo, permite al ser humano tomar consciencia de sí mismo y en consecuencia de la otredad.

En conclusión, les invito a ver el patrimonio artístico no solo como un monumento con valor excepcional, sino como una época en la arquitectura -y una etapa en la historia de la humanidad- en la que la generosidad de los espacios permitía el cuidado no sólo del cuerpo, sino también de la mente y del corazón. Un dominio de cuidados que, recuperado, puesto en valor y al servicio del habitar, otorgaría a la sociedad poblana actual, hogares para sentirse amados y en seguridad.

 

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Lunes, 19 Febrero 2024 19:38

El patrimonio artístico de México

 

José María Bilbao Rodríguez

Director de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL)

 

 

El escenario del siglo XXI plantea nuevos retos y paradigmas en relación con la conservación y la puesta en valor del patrimonio artístico nacional, por lo que se debe buscar el fortalecimiento del marco jurídico, así como impulsar prácticas de gestión y conservación integrales que deriven en la protección del patrimonio, en concordancia con los Objetivos del Desarrollo Sostenible y los acuerdos internacionales.

Uno de los retos más significativos para la protección del patrimonio en el contexto mexicano se relaciona con efectuar una oportuna actualización del marco normativo en sus tres niveles, así como con la búsqueda de reformas a la legislación vigente, para garantizar que continúe siendo un instrumento eficaz de protección ante la latente amenaza de la pérdida o desaparición de edificaciones emblemáticas con valor artístico.

En el ámbito federal, la Subdirección General del Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, a través de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble, realiza actividades sustantivas encauzadas a la protección y difusión del patrimonio arquitectónico de México. Lo anterior, con el propósito de “preservar el patrimonio artístico nacional, mueble e inmueble, actúa y procede mediante la observación de los diversos aspectos normativos, técnicos y de gestión que involucran su investigación, registro, catalogación, digitalización y puesta en valor”.1

La Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (DACPAI) trabaja en programar, organizar y supervisar las acciones encaminadas a promover el rescate, la conservación y la preservación del patrimonio arquitectónico y artístico de México. Para ello, cataloga los bienes inmuebles con valor estético relevante y los mantiene en condiciones óptimas, aplicando las normas, políticas e instrumentos para su conservación. También, organiza y desarrolla el programa de Monumentos y Zonas Artísticas, y sugiere aquellas obras que puedan ser consideradas patrimonio artístico inmueble.

Además, propone la realización de exposiciones, investigaciones y otros eventos que promuevan la arquitectura; asimismo, planifica y supervisa los programas de investigación sobre la historia del patrimonio arquitectónico de México en el siglo XX, y proporciona al público la información disponible sobre esa materia. Entre sus funciones está la de mantener actualizado el Registro Único de Inmuebles Patrimonio Artístico.

Entre las problemáticas globales que enfrenta la puesta en valor del patrimonio edificado se pueden mencionar las insuficientes labores de investigación en torno al patrimonio construido en 

el siglo XX. Es fundamental impulsar los trabajos de investigación con equipos multidisciplinarios, para realizar la identificación, la divulgación y la revalorización del patrimonio artístico mexicano. Aunado a lo anterior, es esencial el intercambio de experiencias y las colaboraciones interinstitucionales para fortalecer y consolidar el análisis, el conocimiento y la puesta en valor del patrimonio artístico en el país.

Actualmente, la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble, a través de la Subdirección de Conservación e Investigación, ejecuta, entre sus procedimientos administrativos, la inclusión de inmuebles con valor estético relevante en la relación de inmuebles del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Este procedimiento es relevante porque establece “los requisitos y actividades a desarrollar para la identificación de obras arquitectónicas y urbanas con valor estético relevante producidas en el siglo XX, incluyéndolas en la relación de inmuebles con valor artístico del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y su sistematización en el Registro Único de Inmuebles Patrimonio Artístico. Estos pueden ser propiedad de particulares o instituciones públicas o privadas”.2

A la fecha, existen 23 419 inmuebles con valor artístico registrados en el territorio nacional, y de este universo, 898 son propiedad federal.3 Destacan tres entidades del país en donde se concentra la mayor cantidad de inmuebles con valor artístico. En primer lugar, se encuentra la Ciudad de México, con 12 277 inmuebles, seguida del estado de Puebla, con 1857, y Jalisco, con 1546 edificaciones.

Por otra parte, la Subdirección de Conservación e Investigación de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble efectúa el procedimiento para la declaración de monumento o zona de monumentos artísticos de un bien inmueble con valor artístico. “El impacto de este procedimiento es la protección jurídica del Estado a los inmuebles con valor estético-relevante”.4 En México existen 52 inmuebles declarados monumento artístico;5 38 de ellos se ubican en la Ciudad de México, y el resto en entidades como Yucatán, Chihuahua, Monterrey, Tamaulipas, Guadalajara, Baja California, Estado de México, San Luis Potosí, Hidalgo y Veracruz. Además, se encarga de las autorizaciones de intervención en inmuebles declarados monumentos artísticos o con valor estético relevante.

Desde los años ochenta, la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble ha publicado diversos catálogos y guías arquitectónicas para divulgar las características de los inmuebles con valor artístico en coedición con instituciones de educación superior y en colaboración con otras dependencias gubernamentales, con el propósito de sensibilizar a la población en favor de la salvaguarda del patrimonio, logrando profundizar en su conocimiento.

Por su parte, la Subdirección de Proyectos y Obras atiende las labores de integración de expedientes de intervención de obra de inmuebles en propiedad o administración del Instituto Nacional de Bellas Artes, catalogados o declarados monumentos artísticos e históricos, así como la elaboración de la propuesta técnica de intervención y la supervisión de obra en dichos inmuebles. De esta forma, se lleva a cabo la conservación, la restauración y el mantenimiento de la infraestructura del instituto. Ejemplo de lo anterior son las obras que se realizan con equipos 

multidisciplinarios de especialistas, en colaboración con el Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, del Conservatorio Nacional de Música, la Escuela Superior de Música Fernández Leal, la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello, el Centro Cultural “El Nigromante”, el Palacio de Bellas Artes, el Museo Nacional de Arte, el Museo Nacional de San Carlos, el Museo de Arte Moderno, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, el Museo Nacional de la Estampa, la Galería José María Velasco, la Sala de Arte Público Siqueiros, el Museo Casa Estudio David Alfaro Siqueiros “La Tallera”, y el Museo de Arte de Ciudad Juárez.

Otro reto para la difusión del patrimonio es generar espacios expositivos y nuevas formas de comunicación, para promover entre las generaciones de jóvenes los valores arquitectónicos y urbanos. Para lograr lo anterior, la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble gestiona el Museo Nacional de Arquitectura, cuya vocación es promover el trabajo de los arquitectos más relevantes del mundo y exhibir obras destacadas de las diferentes corrientes y escuelas. La divulgación de temas relacionados con la historia de la arquitectura contemporánea y el impulso que ofrece para difundir el conocimiento de monumentos artísticos y espacios urbanos, así como temas de conservación, le ha valido distinguirse como una galería de la arquitectura. Finalmente, las actividades de este museo se complementan con mesas redondas, conferencias magistrales, presentaciones editoriales, visitas guiadas y talleres de verano para niños, que permiten al visitante aprender, ampliar y reflexionar sobre la arquitectura y sus valores.

En las últimas décadas, la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble va a la vanguardia, incorporando diversas herramientas tecnológicas para brindar una mejor atención al público. Con el propósito de atender las exigencias del siglo XXI, ha migrado sus procesos a plataformas digitales, a fin de optimizar sus recursos y tiempos de respuestas, lo que generó que el Registro Único de Inmuebles Patrimonio Artístico se convirtiera en un repositorio digital.

Durante la pandemia por Covid-19 (sars-CoV-2), la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble superó el reto de continuar brindando la atención al público de manera permanente mediante medios electrónicos, con el objetivo de proteger el patrimonio artístico catalogado, logrando asegurar la asesoría técnica y administrativa en línea.6 Asimismo, se generaron y exploraron nuevas formas de comunicación para divulgar el patrimonio artístico inmueble mediante el lanzamiento del proyecto “Conocer para Conservar”, en la plataforma “Contigo en la distancia”, la cual tenía el propósito de que la población tuviera acceso al patrimonio cultural y artístico de México durante la Jornada Nacional de Sana Distancia.7

La protección del patrimonio a nivel mundial exige que las instituciones responsables realicen una reflexión constante y abran el diálogo a discusiones críticas que permitan mejorar los procesos administrativos hacia una gestión integral y orientar a los especialistas hacia las buenas prácticas de la conservación patrimonial, afrontando las problemáticas en torno a los factores sociales, ambientales, económicos, turísticos, culturales, etc., que impactan las iniciativas de restauraciones e intervenciones integrales del patrimonio artístico en diversas regiones.


 

  1. Manual de Procedimientos de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble, Subdirección General del Patrimonio Artístico Inmueble, INBAL, noviembre 2018, p. 3.
  2. Ibidem, p. 92.
  3. Registro Único de Inmuebles Patrimonio Artístico. Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble. Subdirección de Conservación e Investigación. Departamento de Conservación, Registro e Inspección de la Arquitectura. Consultado el 08 de junio de 2023.
  4. Manual de Procedimientos de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble, Subdirección General del Patrimonio Artístico Inmueble, INBAL, noviembre 2018, p. 107.
  5. Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, en Transparencia. Inmuebles declarados monumento artístico: https://inba.gob.mx/transparencia/inmuebles#:~:text=Se%20 consideran%20Monumento%20Art%C3%ADstico%20aquellos,innovaci%C3%B3n%2C%20as%C3%AD%20como%20materiales%20y Consultado el 06 de junio de 2023.
  6. “Continúan servicios del INBAL de protección al patrimonio artístico”, Boletín No. 402, 31 de marzo de 2020.
  7. “Contigo en la distancia” desde el INBAL, Boletín No. 410, 04 de abril de 2020.

Sobre el autor

Desde el 2021, se desempeña como Director de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL). Cuenta con 43 años de experiencia en la participación y desarrollo de proyectos arquitectónicos dentro y fuera del Instituto.

 

 

 

 

Publicado en Cuetlaxcoapan 35

 

 

 

 

Miguel Atemis Alonso

 Arquitecto

Yesenia Hernández García

         Urbanista         

 

La revitalización del patrimonio edificado del Centro Histórico de Puebla a través del color

La ciudad de Puebla tiene una identidad y paisaje urbano que la caracteriza de otras ciudades, ya que desde su fundación, en 1531, cuenta con dos zonas diferenciadas por su contexto social, cultural, económico, religioso, entre otras. Una de estas zonas fue dedicada para el establecimiento de los españoles y la otra, para el asentamiento de los naturales o indígenas, mismos que también fueron desplazándose en la periferia de la zona española y, con ello, fueron fundados distintos barrios. De acuerdo con la zona y al período de construcción, el Centro Histórico de Puebla cuenta con más de 2619 monumentos históricos cuyas características arquitectónicas le otorgaron un Valor Universal Excepcional.

Durante los siglos XVI al XVIII, los inmuebles del Centro Histórico de Puebla, eran intervenidos con una gama de colores conformada por el rojo óxido, amarillo ocre, azul añil y blanco, pigmentos de origen mineral, vegetal y animal que se conseguían de la siguiente manera:

  • Blancos: a base de plomo blanco y tierras naturales blancas como arcillas y yeso.
  • Negros: hechos con carbón, negro de humo, grafito natural, etc.
  • Amarillos: generados con tonos ocres, polvo de oro y litargirio
  • Rojos: a base de óxidos de hierro, óxido de plomo rojo, cinabrio y colorantes naturales en distintas bases.
  • Azules: elaborados con lapislázuli, carbonato de cobre e índigo.

En el siglo XIX con el surgimiento de procesos industriales, se fabricaron nuevos tintes y materiales para la elaboración de nuevas pinturas y colores que fueron aplicados en la arquitectura edificada de la ciudad, enriqueciendo la gama de tonalidades del paisaje urbano.

En este contexto histórico, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia INAH, en julio de 2022 publicamos en formato digital el “Catálogo de Color. Fachadas del Centro Histórico de la ciudad de Puebla”, en donde se especifican qué colores y composiciones cromáticas pueden aplicarse hoy en día, en las edificaciones de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Con este catálogo se buscó contribuir a la preservación del paisaje urbano histórico de la Zona de Monumentos de la ciudad de Puebla, inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO, en 1987.

De noviembre de 2022 a enero de 2023, se realizó un programa para la reconstrucción del tejido social a través del mejoramiento de la imagen urbana de las viviendas patrimoniales del Centro Histórico de Puebla, el cual tomó de referencia el Catálogo de Color y se implementó la gama de colores establecida con la respectiva autorización de los propietarios, además, se contó con la colaboración de la Asociación Civil “Corazón Urbano”.

El objetivo de este programa fue contribuir al fortalecimiento del tejido social de la Zona de Monumentos Históricos a través del mejoramiento de su imagen urbana. Asimismo, se pusieron en valor los elementos arquitectónicos de los inmuebles al implementar una composición cromática entre estos y los aplanados o muros, lo que permitió resaltar la estética e identidad de los monumentos y con ello mejorar su lectura visual.

Bajo los lineamientos de este programa, se pintaron más de 400 fachadas de inmuebles históricos de uso habitacional o mixto, mismas que se encontraban en condiciones necesarias para recibir este tipo de mantenimiento.

Este programa operó de manera pública y abierta, pues se invitó a la ciudadanía a ingresar una solicitud para poder obtener el mantenimiento de pintura de la fachada de su inmueble.

En un sitio patrimonial en donde conviven inmuebles edificados a lo largo de más de cuatro siglos, es esencial para la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural realizar este tipo de programas y ofrecer, para el disfrute de habitantes y visitantes del Centro Histórico de Puebla, una imagen urbana digna del corazón de la ciudad.

Puesta en valor del patrimonio artístico de la ciudad de Puebla a través de acciones de catalogación y promoción

Registro digital de bienes inmuebles con valor artístico de los siglos XX y XXI

El municipio de Puebla contiene una gran riqueza patrimonial edificada en el siglo XX, lo cual obliga a poner mayor atención para su conservación, pues su pérdida implica no solo al inmueble en sí, sino también lo relativo a un siglo de historia urbana y arquitectónica.

Para coadyuvar en la conservación del patrimonio arquitectónico edificado en el siglo XX y XXI del municipio de Puebla, desde la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural emprendimos una nueva colaboración con el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), para integrar un registro digital de 1840 inmuebles artísticos.

Este registro digital se realizó con base en la relación de inmuebles del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), el cual se revisó de manera detallada para desarrollar un trabajo de catalogación cuyo propósito es enriquecer los elementos de identificación de estos bienes culturales. Como resultado de este proceso, se generaron fichas catalográficas por cada inmueble en las que se dispone de la siguiente información:

  • Estilo arquitectónico
  • Georreferenciación del inmueble
  • Número de registro del inmueble en el catálogo del INBAL
  • Número de registro del inmueble en el catálogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
  • Uso de suelo
  • Estado actual
  • Año de construcción y arquitecto y/o constructor del inmueble

Esta plataforma digital sirve como herramienta de soporte técnico, documental y académico que permite tener un conocimiento cualitativo y cuantitativo de los bienes que integran el patrimonio artístico de la ciudad de Puebla. Además, mediante este registro se pueden realizar análisis específicos de los inmuebles, formular estrategias, propuestas y políticas de gestión, conservación, protección y salvaguarda. 

Reconocimiento de muebles e inmuebles con valor artístico en el municipio de Puebla

A partir del proceso de elaboración del registro digital de inmuebles artísticos, realizamos un programa para promover el valor cultural de los bienes muebles e inmuebles artísticos de la ciudad de Puebla, a través de la colocación de placas de reconocimiento con la finalidad de impulsar su revaloración, protección y cuidado por parte de habitantes y autoridades.

Los inmuebles que representan la arquitectura del siglo XX conforman un paisaje singular contemporáneo en la ciudad. Es por ello que con la colocación de estas placas en 280 inmuebles ubicados fuera del polígono del Centro Histórico de Puebla, contribuimos a la conservación del patrimonio edificado del siglo XX de la ciudad de Puebla, y de esta manera, al patrimonio edificado del país al dar testimonio de una corriente artística presente en todo el territorio mexicano.

Las colonias en donde se encuentran los 280 inmuebles son:

  • Humboldt
  • América Norte
  • Resurgimiento
  • El Ingeniero
  • El Carmen
  • Insurgentes Chulavista
  • Volcanes
  • La Paz
  • Santa María
  • Chulavista
  • Bella Vista

Con esta acción también fomentamos la valoración y apropiación por parte de los propietarios conociendo el aumento de la plusvalía de sus propiedades, así como los beneficios e incentivos a los que pueden tener acceso de acuerdo a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

 

 

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Esta serie fotográfica pone en valor la riqueza estética que el Art Déco le dio al paisaje urbano de la ciudad de Puebla, a casi un siglo de que esta vanguardia arquitectónica llegara a la ciudad trazada por los ángeles.

 

 


JUAN CARLOS VARILLAS CONTRERAS

Originario del municipio de San Martín Texmelucan del Estado de Puebla, realizó sus estudios básicos en la capital poblana. Posteriormente viajó a la Ciudad de México donde cursó estudios especializados en la Escuela Nacional de Artes Plásticas-UNAM, y concluyó sus estudios profesionales en la Escuela Activa de Fotografía. Carlos Varillas inició su actividad profesional como asistente del fotógrafo Bob Schalkwijk y desde 1993, trabaja de manera permanente para la Fundación Amparo, realizando series fotográficas para la difusión de los productos, servicios y exposiciones temporales y permanentes del Museo Amparo de la ciudad de Puebla.

 

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En la ciudad de Puebla, el espacio destinado para esta narrativa urbana fue el que actualmente se conoce como avenida Juárez. Fue en este espacio donde se pretendió emular la narrativa histórica mediante el emplazamiento de monumentos conmemorativos de acontecimientos de la historia nacional y de la ciudad. Fueron cinco los monumentos que formaron parte de esta importante avenida: la fuente de Motolinía, el Monumento a los Fundadores de Puebla, el Monumento a la Independencia, el Monumento a Benito Juárez y la Fuente de los Frailes.        Cuatro de estos monumentos continúan actualmente sobre esta avenida; sin embargo, el crecimiento de la población y la reestructuración del paisaje urbano de la ciudad hicieron necesario, en la década de 1980, el desplazamiento del Monumento a los Fundadores de Puebla a la zona de San Francisco, en donde pasó a formar parte de la narrativa histórica del proceso de fundación y consolidación de la ciudad de Puebla en el periodo novohispano.

Avenida Juárez

La avenida Juárez tiene su origen histórico-simbólico en la batalla del 2 de abril de 1867, cuando el general Porfirio Díaz, al frente del Ejército de Oriente, derrotó al batallón del ejército imperial en Puebla y tomó la ciudad. Desde el 9 de marzo de 1867, el general Díaz había establecido su centro de operaciones en la hacienda del cerro de San Juan (hoy cerro de la Paz), después de casi un mes de sitio, y valorando las diversas posibilidades, decidió tomar por asalto la ciudad el 2 de abril de ese año.1 La estrategia militar de Díaz consistió en dividir a sus hombres en 17 columnas para tomar, desde diferentes frentes, la ciudad. Tres de estas columnas serían las encargadas de realizar un falso ataque sobre el convento del Carmen, atravesando las veredas del Rancho de San Sebastián Rivadeneira,2 “con la intención de que el enemigo descuidara la defensa de los puntos por los que en realidad se pretendía penetrar en la ciudad”.3 Durante esta ofensiva, el general Díaz encabezó la columna central que atravesó por la vereda que abarca lo que hoy es el trayecto de la avenida Juárez. “Poco tiempo después el resto de las columnas atacó los puntos que le habían sido asignados. Al mediodía la plaza fue ocupada”.4

  Conocida popularmente en sus primeros años como Calle Ancha, la construcción de la avenida comenzó en 1903, y el cabildo propuso como su nombre avenida del Vencedor; “sin embargo en 1905, ignorando el nombre oficial, se encuentra referida en un documento como La Nueva Gran Calzada”.5 Con esta avenida se pretendió emular el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México.6 En su primer trazo se tenía como proyecto la construcción de tres rotondas en las que se colocarían esculturas alusivas a la historia de la ciudad y del país.

  La avenida que conmemoraba la batalla del 2 de abril cambió varias veces de denominación: Calzada del cerro de San Juan (1908-1910), Calzada de la Paz (1907), Calzada Porfirio Díaz (1908), avenida La Paz (1911), avenida de la Libertad (1917), avenida Vicente Guerrero (1921). La denominación más popular, y que perduró por más tiempo, fue la de avenida La Paz, que vino acompañada del desarrollo de la colonia del mismo nombre, y fue hasta la década de 1970, por acuerdo del Cabildo, que se denominó finalmente como avenida Juárez,7 denominación que conserva hasta la actualidad.

  La erección de monumentos en esta avenida se planteó con una intención de fomentar el patriotismo en los habitantes de la ciudad; de esta forma, el 5 de mayo de 1922,8 se inauguró la fuente Motolinía, entre la calle 13 Sur y el Paseo Bravo, justo frente al lugar en donde inicia la avenida. Ese mismo año se trasladaron a esta avenida el Monumento a los Héroes de la Independencia,9 emplazado en la rotonda de la 19 Sur10 (que anteriormente se encontraba frente al templo de Guadalupe sobre el Paseo Bravo),11 y el Monumento a Benito Juárez,12 que anteriormente se encontraba en la Plazuela del Señor de los Trabajos,13 el cual se emplazó en la rotonda de la 25 Sur. Casi una década después, el 16 de abril de 1931, se colocó la primera piedra de la rotonda en la 15 Sur, en la que habría de erigirse el Monumento a los Fundadores de Puebla.

Comitentes

  En 1928, tres años antes de la conmemoración de los cuatro siglos de la fundación de la ciudad, desde el Congreso del Estado se hizo pública la convocatoria para la construcción de un monumento conmemorativo. En dicha convocatoria se señalaba que el proyecto podía ser una fuente, una escultura o un relieve.14 La convocatoria tuvo eco entre diversos escultores y se presentaron a concurso once proyectos. El jurado estuvo integrado por el ingeniero Carlos Bello, quien fungió como presidente del jurado; el arquitecto Manuel Robleda Guerra; el pintor Gonzalo Carrasco; el pintor Juan R. Fuentes; el señor Mariano Bello; el ingeniero Rafael Ibáñez, y el licenciado Miguel Marín H., quien fungió como secretario.15 Finalmente, el ganador de este concurso fue el proyecto presentado por el escultor acatzinguense Ernesto Tamariz Galicia.

  Además del aporte del Gobierno para esta obra, se recaudaron fondos de la iniciativa privada para la conclusión y el emplazamiento del Monumento a los Fundadores de Puebla. En 1930, se formó un comité encabezado por Bernardo Tamariz Oropeza, en el que participó un grupo de señoras representado por Serafina Cabrera del Río.16 Un año más tarde, el 16 de abril de 1931, se colocó la primera piedra del monumento, y su construcción concluyó el 30 mayo de 1934.17 Finalmente, fue inaugurado el 8 de mayo de 1935.18

Emplazamiento y reemplazamiento del Monumento a los Fundadores de Puebla

En el boceto presentado al concurso por Ernesto Tamariz, el autor describía la constitución del monumento de la siguiente forma:

  Es un monumento de gusto moderno en el que predominan las formas rectilíneas, en cuyo cuerpo principal se destacan las cuatro figuras de los principales fundadores de la ciudad Licenciado don Juan de Salmerón, Fray Toribio de Benavente o Motolinía, Fray Julián de Garcés, y la Reina Isabel esposa de Carlos V; y que se remata con cuatro ángeles estilizados de figuras alargadas que sostienen en los brazos un castillo que simboliza la Ciudad.19 

  De los elementos mencionados en el boceto original, se conservó casi todo, a excepción del castillo, que representaría la alegoría de la ciudad; este elemento se cambió por una iglesia colonial sobre una pirámide prehispánica. Es posible que el cambio de un castillo por el elemento simbólico del mestizaje cultural que representa una iglesia católica sobre una pirámide esté relacionado con las primeras excavaciones sobre la pirámide de Cholula, emprendidas a partir de 1931 por el arquitecto Ignacio Marquina.20

  En sus primeros años el monumento contaba con un basamento escalonado hacia los cuatro puntos cardinales y tenía, además, cuatro pilares rematados cada uno con un piramidión. Con el crecimiento de la ciudad, esta avenida comenzó a ser cada vez más transitada; ante el aumento del tráfico en la zona, las escalinatas del monumento se volvieron un problema que generó algunos accidentes automovilísticos. Por ello, la administración municipal de 1972-1975 decidió remover las escalinatas laterales, así como los pilares que flanqueaban el monumento. No obstante, los problemas automovilísticos persistieron y en 1982 se decidió finalmente retirar la rotonda de la calle 15 Sur y emplazar el monumento en la esquina de la 14 Oriente y el bulevar Héroes del 5 de Mayo, donde se encuentra actualmente. El contexto monumental de la zona de San Francisco fue adecuado para el Monumento a los Fundadores, pues en este sitio se encuentran el exconvento de San Francisco y la estatua de Sebastián de Aparicio. Estas construcciones forman parte de la narrativa de fundación y consolidación de la ciudad de Puebla.

Elementos que integran el Monumento a los Fundadores de Puebla

El Monumento a los Fundadores de Puebla está constituido por tres cuerpos. En el primero, como remate, se puede observar una alegoría a la ciudad de Puebla, representada por una iglesia colonial erigida sobre una pirámide mesoamericana. En la parte inferior de este primer cuerpo, se observan cuatro esculturas de ángeles que sostienen sobre sus brazos a la ciudad, en alegoría a la leyenda de la fundación de la ciudad.

  En el segundo cuerpo se encuentran cuatro esculturas que representan a cuatro de los personajes históricos representativos del mito fundacional de la ciudad de Puebla de los Ángeles. Cada escultura se erige sobre un pedestal que tiene inscrito, en bajorrelieve, una alusión al personaje: la reina Isabel de Portugal; el obispo de la diócesis de Tlaxcala, Fray Julián de Garcés; el oidor Juan de Salmerón, y Fray Toribio de Benavente “Motolinía”.

  En este segundo cuerpo del monumento se encuentran también cuatro columnas adosadas, cada una de las cuales contiene en su parte superior un blasón en bajorrelieve, que hace alusión al contexto histórico de la fundación de la ciudad. En el blasón que se encuentra en la columna del frontispicio del monumento (bulevar Héroes del 5 de Mayo), podemos observar el emblema heráldico del rey Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico: una águila bicéfala que tiene en el pecho un escudo de armas con los emblemas de los diversos reinos de los que era soberano. En el blasón posterior, se representa el escudo de armas de la ciudad de Tlaxcala: un castillo con dos torres laterales y una torre central más alta rematada con una bandera. En el blasón que da a la avenida 14 Oriente, encontramos el escudo de armas de la Ciudad de México en Nueva España; en este escudo se representa un castillo con tres torres, flanqueado por las partes de un puente roto. En ambos extremos, sobre las partes del puente, se observan dos leones. Sin embargo, el blasón que contiene este escudo presenta un elemento distinto: el león del lado derecho se cambió por un cisne. Finalmente, al lado izquierdo del monumento se halla la columna que contiene el blasón en el que se encuentra el escudo de la ciudad de Puebla, actualmente vigente.

  El tercer cuerpo de este monumento está constituido por un pedestal irregular de ocho lados, sobre el que se observan cuatro columnas adosadas que contienen, en bajorrelieve, leyendas alusivas al monumento y a su construcción. En la parte inferior del pedestal, se encuentra un basamento escalonado en el frontispicio y en la parte posterior del monumento.

  En el año 2016, como parte de los festejos del 485 aniversario de la fundación de la ciudad, se agregaron al monumento dos placas conmemorativas. La placa de bronce del lado izquierdo, en donde se reproducía la cédula de la fundación, fue robada tiempo después y hasta la fecha no ha sido reemplazada. 

Nostalgia en piedra: actualidad

En el año 2020, durante el periodo de crisis sanitaria, el monumento fue intervenido por integrantes de una colectiva feminista de la ciudad, quienes, sumándose a la oleada de las manifestaciones decoloniales suscitadas en años recientes a lo largo del continente americano, se manifestaron con pancartas en contra de las celebraciones del 12 de octubre, en las que podían leerse consignas como “Descolonízate Puebla” y “Descoloniza tu feminismo”.21 No obstante, esta manifestación no tuvo la resonancia esperada en la población y no volvió a repetirse, quizás debido a que el monumento no conmemora el proceso de conquista y colonización, sino la fundación de una ciudad en un valle despoblado, lo cual no significó en primera instancia la destrucción de ciudades prehispánicas ni su desplazamiento.

  Para la población en general, el monumento cumple la función de punto de referencia espacial. Existe una parada de microbús al costado del monumento sobre la avenida 14 Oriente, y hasta noviembre de 2018, que se inauguró la línea 3 del metrobús, frente al monumento se encontraba una parada de microbús del lado del bulevar Héroes del 5 de Mayo. Actualmente, el Monumento a los Fundadores de Puebla es un espacio desde el cual, cada 16 de abril, los gobiernos estatal y municipal realizan un acto protocolario para conmemorar la fundación de la ciudad, y el resto del año este monumento forma parte de una narrativa silenciosa sobre el mito fundacional de la Puebla de los Ángeles.


Bibliografía

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Hernández Sánchez, Adriana, El espacio público en el Centro Histórico de Puebla (México), Tesis de doctorado en Espacio Público y Regeneración Urbana, Barcelona, Universidad de Barcelona, 2009.

inehrm, 2 de abril de 1867-aniversario de la toma de Puebla. Gobierno de México. https://www.inehrm.gob.mx/es/inehrm/2_de_abril_de_1867__Aniversario_de_la_toma_de_Puebla.

La Jornada de Oriente, “Una colectiva feminista se expresó en contra de la conmemoración del descubrimiento de América”, La Jornada de Oriente, México, 13 de octubre de 2020. https://www. lajornadadeoriente.com.mx/puebla/una-colectiva-feminista-se-expreso-en-contra-de-la-conmemoracion-del-descubrimiento-de-america-dejando-mensajes-en-el-monumento-fundadores-como-descolonizate-puebla-y-desc/ [Consultado el 7 de mayo de 2023].

Larrazábal Jiménez, Sarita, Transformaciones de la avenida Juárez en Puebla: Patrimonio del siglo XX, Tesis de maestría en arquitectura, Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2016. https://repositorioinstitucional.buap.mx/ handle/20.500.12371/14253 [Consultado el 3 de abril de 2023}

Leicht, Hugo, Las calles de Puebla, Puebla, México, Secretaría de Cultura de Puebla, 2008.

Martínez Arriaga, Silvia, “Breve historia de la arqueología de Cholula, Puebla”, en Antropología. Revista Interdisciplinaria del INAH, núm. 78, abril-junio, 2005, pp. 87-94. https://revistas.inah. gob.mx/index.php/antropologia/article/view/2941 [Consultado el 07 de mayo de 2023].


  1. inehrm, “2 de abril de 1867…”.
  2. El cual abarcaba desde lo que hoy es la 13 Sur hasta el cerro la Paz.
  3. inehrm, “2 de abril de 1867…”.
  4. Leicht, Las calles de Puebla, p. 313.
  5. Larrazábal, “Transformaciones”, p. 2.
  6. , p. 38
  7. . Ibid., p. 50
  8. Esto fue motivo para que durante un tiempo los habitantes de la ciudad comenzaran a llamar a la calle avenida de la libertad o avenida de la Paz
  9. Larrazábal, “Transformaciones”, p. 63.
  10. Leicht, Las calles de Puebla, p. 311.
  11. . Ibid
  12. Ubicada frente al actual Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos.
  13. Hernández, “El espacio público…”.
  14. . Ibid.
  15. Barquera, “Recuerdos en piedra”, p. 31.
  16. Larrazábal, “Transformaciones”, p. 44.
  17. Leicht, Las calles de Puebla, p. 311.
  18. Revista Puebla Quincenal, 1931, p. 167, citada en Hernández, El espacio público, p. 246.
  19. Martínez, “Breve historia de la Arqueología…”.
  20. La Jornada de Oriente, “Una colectiva feminista…”.

Sobre el autor

Maestro en Historia por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Poeta y autor de la antología poética Cáscaras del Pasado, perteneciente a la primera colección “Canasta de Escritoras y Escritores Poblanos”, editada por el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP) en 2023.

 

 

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Francisco M. Vélez Pliego

 

A escasos ocho años para que conmemoremos en la ciudad de Puebla los 500 años de su fundación, e independientemente de la lista de títulos y reconocimientos que ha recibido a lo largo de su historia, conviene reflexionar sobre las diversas características de nuestra urbe contemporánea más allá de su territorio fundacional.

  El breve texto que se presenta a continuación apunta la importancia de algunos de los aspectos singulares de esta nuestra ciudad contemporánea. Uno de los aspectos particulares que la información documental y cartográfica contenida en el Archivo General Municipal permite analizar es la forma en que se materializó la producción social del espacio urbano de Puebla y la influencia que esta tuvo en la conformación física de la ciudad y su paisaje urbano hasta las primeras décadas del siglo XX.

  La representación planimétrica más antigua del conjunto de la ciudad con la que cuenta el Archivo General Municipal es el plano de Cristóbal de Guadalajara, fechado en 1698.1 Entre otras razones, la relevancia de este documento es la precisión con la que está representada la extensión y las características morfológicas de la ciudad y su parcelamiento o lotificación.

  Puebla, fundada en 1531, fue una de las ciudades más importantes del virreinato, y el crecimiento demográfico y físico de la urbe lo atestiguan. Desde los primeros años, su población se incrementó de manera significativa, pasando de 14 hogares en 1532 a contar con 1500 hogares en 1600.

  De acuerdo con el plano al que nos hemos referido, el paisaje urbano de la época comprendía el asentamiento español, rodeado por siete barrios; así mismo, el autor incluyó en esta representación planimétrica un pequeño poblado ubicado hacia el sur, denominado San Baltazar Campeche, y tanto los barrios como el pueblo de San Baltazar han sido considerados el lugar de residencia de los indígenas que construyeron la ciudad.

  Las dimensiones de la ciudad, entre los siglos XVII y principios del XX, no varían significativamente, pues prácticamente desde la planimetría más antigua conocida, a la cual ya hicimos referencia (véase la figura 1), la traza española, junto con la traza indígena que aparece representada, constituye la totalidad del ámbito urbano registrado.

  Esta traza permaneció prácticamente inalterada en su extensión casi durante trescientos cincuenta años, e incluía la parte construida y las huertas en manos de particulares, así como las superficies propiedad de la iglesia de las tierras ocupadas por los templos conventos y demás instalaciones de las corporaciones religiosas.2 La planimetría ya referida, la de Cristóbal de Guadalajara, así como el plano en perspectiva de 1750 y el de Medina, de 1754, permiten distinguir claramente los predios edificados de aquellos destinados a huertos y sembradíos.

  La existencia de áreas y predios no edificados al interior de la mancha urbana3 permitió que el primer crecimiento demográfico de la ciudad que se originó a principios del siglo XX pudiera ser absorbido mediante un incremento en la densidad de construcción, ocupando precisamente los predios y las manzanas no construidas al interior de la propia traza urbana generada desde el siglo XVI.

  La lógica de la edificación de la ciudad se modificó como resultado de la Independencia. Desde principios del siglo XIX, la compra-venta y renta de bienes raíces se desarrolló como un campo de inversión, de enriquecimiento y como vía de ascenso en la escala social,4 ya para finales del siglo XIX, en la Ciudad de México, en particular, se comienza a implantar un modelo de expansión física en el que emergen actores sociales que participan activamente en promover el fraccionamiento de áreas rurales para destinarlas a la construcción de viviendas urbanas. Estos actores “inician una nueva esfera de inversión de capitales (que posteriormente tendrá muchos adictos); la compra de tierras y la especulación inmobiliaria como forma de acumulación cómoda y sin riesgos que origina una fuga de capitales en canales laterales no productivos”.5

  En el caso de la ciudad de Puebla, hay que tomar en cuenta que la densificación constructiva de la mancha urbana, que inicia en el último tercio del siglo XIX, se produce al interior del trazo de la ciudad virreinal. La primera acción inmobiliaria que promueve una lotificación urbana diferente a la virreinal,6 dentro de los límites de la ciudad heredada, está directamente vinculada a un extenso proceso de modernización económica, cultural, social y física de la ciudad, iniciado desde la segunda mitad del siglo XIX, y que abarca la diversificación de las actividades económicas asentadas en ella, pasando por el mejoramiento de la infraestructura de comunicaciones a través de la construcción de las estaciones de ferrocarril el Mexicano (1869) y el Interoceánico (1888) y la construcción de variados edificios públicos.

  En materia de obras de alcantarillado, agua potable, mejoramiento de parques y jardines, esta modernización estuvo precedida de la difusión de una concepción ampliamente influenciada por las corrientes higienistas provenientes de Europa y que encontraron eco en Puebla,7 aunque algunas de estas obras se realizaron hacia finales del siglo XIX y durante la primera década del siglo XX y fueron emprendidas por el Gobierno municipal de la época.8

  Durante el último cuarto del siglo XIX, los propietarios urbanos aprovecharon áreas y predios baldíos, así como los inmuebles dañados por los sucesivos hechos de armas que se produjeron a lo largo del siglo XIX y principios del XX, que causaron innumerables daños a los inmuebles edificados en los siglos anteriores, lo que permitió intervenir para renovar o sustituir edificaciones completas o para la modernización de los inmuebles existentes.

  La ciudad heredada se renovó con base en el suelo urbano, producido socialmente durante el virreinato;9 desde el punto de vista funcional, incluso los principales equipamientos y servicios tuvieron como espacio territorial los límites de la ciudad virreinal, y no será sino ya muy entrado el siglo XX que dichos equipamientos urbanos comenzarán a desplazarse más allá de este territorio.

  La recuperación demográfica y económica de la ciudad y la inversión en infraestructura como parte del proyecto de modernización porfirista son los elementos distintivos con los que la ciudad de Puebla inicia el siglo XX, y cuya arquitectura, así como las decoraciones interiores de los inmuebles, va a estar fuertemente influenciada por el afrancesamiento.

  La posterior expansión posrevolucionaria (1915-1960) va a formar parte del crecimiento físico de la ciudad y las diferentes etapas que están directamente vinculadas a la permanencia de la importancia económica de la capital del estado. El crecimiento demográfico de la ciudad, la recuperación de sus actividades económicas y los sucesivos proyectos de ampliación y modernización de su infraestructura urbana van a albergar la arquitectura del siglo XX tanto en el ámbito de los límites de la llamada zona de monumentos como en el centro urbano consolidado actual.

  Estos proyectos no siempre se realizaron en los tiempos previstos, e incluso fueron rebasados, sobre todo a partir de la década de los cincuenta, por las cada vez más dinámicas acciones de lotificación emprendidas por los sectores privado y gubernamental. A reserva de establecer una periodización más precisa, el marco temporal de referencia y de identificación de la arquitectura del siglo XX corresponde a las acciones de lotificación emprendidas durante este periodo (véase el cuadro 1).

  El Catálogo de Unidades Territoriales del Municipio de Puebla, trabajo coordinado por Francisco M. Vélez Pliego y sistematizado por Ma. Luisa Contreras Contreras, basado en fuentes documentales (Archivo de Permisos de Fraccionamientos del Ayuntamiento de Puebla, 1956-1990; archivos de los organismos públicos de vivienda 1970-1990; fuentes históricas cartográficas y análisis fotogramétrico), ofrece un panorama que cubre las lotificaciones realizadas durante el siglo XX, relacionadas con la urbanización de la ciudad de Puebla hasta 1960.10 Los listados que a continuación presentamos corresponden a dichos análisis y constituyen el marco de referencia para la identificación de estas unidades.

  Este es el marco histórico de referencia relativo a la pertinencia de la delimitación de un polígono de protección del paisaje urbano. Desde el punto de vista de la georreferenciación, corresponde a los límites externos de estas unidades territoriales, consignados oficialmente en los códigos postales de las mismas, que configuran el entorno global de los puntos de mayor concentración de inmuebles considerados bienes culturales edificados del siglo XX.

  Un conjunto de datos a tomar en cuenta en la delimitación es la ubicación de la relación de inmuebles considerados por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), con valor artístico, de los siglos XX y XXI, pertenecientes al municipio de Puebla (2020).

  En la imagen que presentamos, los puntos corresponden a la georreferenciación del listado del INBAL, proporcionado por la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, a fin de localizarlos planimétricamente y delimitarlos conforme a las unidades territoriales (colonias, barrios, fraccionamientos) a las que pertenecen, identificadas desde el punto de vista de las lotificaciones producidas en las primeras décadas del siglo XX.

  La identificación de la arquitectura del siglo XX ha sido objeto de diversos estudios; de manera incidental, ha estado asociada a los ejercicios de identificación en los instrumentos de planeación de la Zona de Monumentos Históricos de Puebla11 y como parte de la catalogación de inmuebles dentro de la zona de monumentos en Puebla.12

  Sin embargo, esta arquitectura ha sido objeto de estudios específicos, y tal vez algunos de los más completos son el de Delfino Sánchez (2005), el de Francisco Salamanca y Luz del Carmen Jimárez (2013), así como el de Carlos Montero, Marcela Tenorio, María Elena Galindo y Silvina Mayer (2003).

  La relevancia de este conjunto de estudios es que permite configurar una política de preservación del paisaje urbano histórico y de la arquitectura del siglo XX, con sus estilos dominantes en las unidades territoriales identificadas. A la valiosa arquitectura Art Nouveau, Art Déco, Nacionalista, Nacional Californiano, Funcionalista, Neogótica, entre otras, identificada en el entorno de la zona de monumentos, se añadirían los inmuebles correspondientes a los de la unidades territoriales inicialmente comentadas y a las cuales estos inmuebles les otorgan un sello distintivo.


Referencias

Contreras Contreras, Ma. Luisa, La primera colonia en la Ciudad de Puebla, la avenida de la Paz y la Fiscalidad y Modernidad, Tesis para la obtención del grado de Maestra en Historia, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), 2002.

  1. Ayuntamiento del Municipio de Puebla, Tesoros de las Actas de Cabildo del siglo XVI, Programa arhimp, CD-Rom, 1996.

Marín Tamayo, Fausto, Puebla de los Ángeles: Orígenes, gobierno y división racial, Departamento de Investigaciones Arquitectónicas y Urbanísticas, ICUAP-BUAP, 1989.

Mena M., Manuel, La Ciudad de Puebla bajo el punto de vista de la higiene, Edición de la Sociedad Antonio Alzate, Imprenta del Gobierno Federal en el ex Arzobispado (avenida Oriente 2, núm. 726), México, 1890.

Montero, Carlos, Tenorio, Marcea, Galindo, María Elena y Mayer, Silvina, Patrimonio arquitectónico del siglo XX en Puebla, Puebla, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), 2003.

Morales, Ma. Dolores, “Francisco Somera y el primer fraccionamiento de la Ciudad de México”, en Formación y Desarrollo de la Burguesía en México: siglo XIX, varios autores, siglo XXI, 2da. Edición, 1981.

Sánchez Romero, Delfino, El desarrollo de la arquitectura moderna, sus tendencias y configuración en la ciudad de Puebla 1876-1977, Tesis de maestría, Facultad de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura-BUAP, 2005.

Salamanca, Francisco & Jimárez, Luz del Carmen, “La arquitectura del siglo XX en el desarrollo urbano de Puebla: El caso del Fraccionamiento Ex Molino de San Francisco”, Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 4, pp. 1-25, septiembre 2012-febrero 2013.

Vélez, Francisco y Guzmán, Ambosio, Cartografía Histórica de la Ciudad de Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), 2016.


  1. El plano original se encuentra en el Archivo General de Indias, legajo México 341, el cual se encontraba en un testamento de autos sobre la fundación de la Real aduana, con carta del comendador don Juan Joseph de Veytia, Linaje del 2 de febrero de 1698. Una copia del plano fue donada al H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla.
  2. Esta descripción no incluye los ranchos, haciendas y molinos en las inmediaciones de la ciudad, que también fueron propiedad de estas corporaciones.
  3. Mena, en su descripción de la ciudad hacia 1890 señalaba al respecto: …El padre Benavente dividió con el capitán Martín la superficie del sitio señalado e hicieron la distribución entre las familias que vinieron a formar la nueva ciudad; estas edificaron casas, y aunque amplias, les sobró terreno que dedicaron para cultivo. Sucesivamente se hicieron construcciones sobre los terrenos que fueron de labor, y de aquí la explicación del humus por todas partes, aunque cubierto en su mayoría por los materiales, ladrillos losas o cantos que constituyen los pisos bajos de las habitaciones o dependencias…(1890; 22).
  4. Lau Jaiven, 2005, p. 184
  5. Morales, Ma. Dolores, “Francisco Somera y el Primer Fraccionamiento de la Ciudad de México”, 1981, p. 188.
  6. Al respecto, véase el estudio de Ma. Luisa Contreras Contreras (2002), en el que se da cuenta de la fundación de la colonia el Pensador Mexicano en 1888, encontrándose ya en los años 1901, 1903, 1904, 1905 actas donde ciudadanos solicitan diversas autorizaciones para edificar o construir drenajes y líneas de conducción de agua.
  7. Mena, M. Manuel, La Ciudad de Puebla bajo el punto de vista de la higiene, 1890.
  8. Al respecto, véase Puebla y su transformación, de Francisco de Velasco, 1912.
  9. En la descripción de Mena de 1890 se señala por ejemplo que “Debe llamarse la atención sobre que solamente calles que están en la periferia de la ciudad, carecen de embaquetado y empedrado, y una inmensa mayoría no tiene ese defecto” (p. 22).
  10. Programa de Estudios Municipales, actual Laboratorio de Análisis Socioterritorial del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP), Sistema de Información. Las fuentes de información corresponden a los permisos de lotificación encontrados en el archivo del H. Ayuntamiento, como en el Registro Público de la Propiedad 1995.
  11. Patrimonio arquitectónico del siglo XX en Puebla, contenido en los diversos estudios relacionados con los instrumentos de planeación de la zona de monumentos en la ciudad de Puebla, 1993, 1995, 2000, 2010; para un análisis más extenso de este tema, véase Vélez (2017). Otros trabajos sí han estado específicamente enfocados en la catalogación de la arquitectura del siglo XX.
  12. Catálogo de Monumentos Históricos Inmuebles, Coordinación Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles, INAH (2008); Sistema de Información del Patrimonio Monumental de Puebla en el siglo XX (2012; 2013), Observatorio Urbano Metropolitano/ Laboratorio de Análisis Socioterritorial ICSyH-BUAP.

Sobre el autor

Investigador titular del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), integrante del Programa de Docencia e Investigación de Estudios Socioterritoriales. Miembro del cuerpo académico “Sociedad, Ciudad y Territorio en Puebla (XVI-XXI)”, y coordinador del Observatorio Urbano Metropolitano de Puebla.

 

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