Gerencia del Centro Histórico - Elementos filtrados por fecha: Diciembre 2022
Viernes, 16 Diciembre 2022 21:14

CUETLAXCOAPAN #32

Publicado en Nuestras Revistas

Recomendaciones para descubrir, visitar y disfrutar ¡El Patrimonio Mundial de México!

 

En esta sección te compartimos los 35 bienes mexicanos que por sus atributos históricos, culturales y naturales, forman parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y adquirieron un Valor Universal Excepcional (VUE).

 

Bienes culturales

1. Xochimilco y el Centro Histórico de México

Ciudad de México

 

2. Centro Histórico de Oaxaca y Monte Albán

Oaxaca

 

3. Centro Histórico de Puebla

Puebla

 

4. Centro Histórico de Morelia

Michoacán

 

5. Centro Histórico de Zacatecas

Zacatecas

 

6. Centro Histórico de Tlacotalpan

Veracruz

 

7. Zona de monumentos históricos de Querétaro

Querétaro

 

8. Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl

Morelos, Puebla, y Tlaxcala

 

9. Misiones franciscanas de la Sierra Gorda

Querétaro

 

10. Hospicio Cabañas de Guadalajara

Jalisco

 

11. Zona Arqueológica de Teotihuacán

Ciudad de México

 

12. Zona Arqueológica y parque nacional de Palenque

Chiapas

 

13. Ciudad de Guanajuato y minas adyacentes

Guanajuato

 

14. Zona Arqueológica de Chichén Itzá

Yucatán

 

15. Zona Arqueológica El Tajín

Veracruz

 

16. Zona Arqueológica de Uxmal

Yucatán 

 

17. Zona Arqueológica de Paquimé

Chihuahua

 

18. Zona Arqueológica de Xochicalco

Morelos

 

19. Pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco

Baja California Sur

 

20. Cuevas prehistóricas de Yagul y Mitla

Oaxaca

 

21. Ciudad de Campeche

Campeche

 

22. Ciudad Universitaria de la UNAM

Ciudad de México

 

23. Poblado de Tequila

Jalisco

 

24. Villa protectora de San Miguel El Grande y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco

Guanajuato

 

25. Camino Real de Tierra Adentro

Ruta que parte del norte de México y llega hasta Texas y Nuevo México, en los Estados Unidos

 

26. Casa-taller de Luis Barragán

Ciudad de México

 

27. Sistema hidráulico del acueducto del Padre Tembleque

Estado de México e Hidalgo

 

Bienes Naturales

 

28. Sian Ka’an

Quintana Roo

 

29. Santuario de ballenas de El Vizcaíno

Baja California Sur

 

30. Islas y áreas protegidas del Golfo de California

Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit

 

31. Reserva de la biosfera de las mariposas monarca

Michoacán

 

32. Reserva de la biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar

Sonora

 

33. Archipiélago Revillagigedo

Colima

 

Bienes Mixtos

 

34. Zona Arqueológica de Calakmul y sus bosques tropicales

Campeche

 

35. Valle de Tehuacán-Cuicatlán

Puebla y Oaxaca

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¡El Centro Histórico de Puebla está de fiesta y celebra 35 años de formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO!

Para conmemorar este gran reconocimiento te invitamos a disfrutar de este Abecedario Visual Patrimonial donde conocerás los elementos arquitectónicos más icónicos de la ciudad de Puebla. 

¡Descárgalo aquí mismo!

 

SOBRE LOS AUTORES

 

Fernanda Gutiérrez. Especialista en la generación de contenidos de museología educativa, mediación y educación en museos y sitios patrimoniales. Actualmente es encargada de las actividades de mediación y divulgación cultural en el Departamento de Exposiciones del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMACP).

Claudia Marín. Docente e investigadora en Historia del Arte. Creadora de programas de educación y mediación del arte en el Museo Amparo.7

Edson Andrade Jiménez

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Jueves, 15 Diciembre 2022 19:24

CERCA DE LO DIVINO Y ETERNO

Nací y vivo en la majestuosa Ciudad de Puebla de los Ángeles. He vivido y disfrutado intensamente de sus calles, casas y barrios antiguos, también de las nuevas colonias, unidades habitacionales y fraccionamientos, que se han multiplicado por todos lados.

     La ciudad más grande y querida del mundo es la que caminan mis pasos todos los días. Aquí vivimos, trabajamos, estudiamos, soñamos y creamos. Puebla es un centro multicultural, en donde conviven las más variadas y caóticas expresiones artísticas y sociales. Ángeles y demonios cruzan por las aceras de adoquín, espiritualidad, tradición e historia se respiran en cada esquina.

    Todas las zonas tienen su encanto, pero mi favorita es el Centro Histórico, es como un enorme santuario: lleno de iglesias, obras de arte, edificios arquitectónicos de diferentes siglos. Por sus calles pasado, presente y futuro se encuentran. Arte del sincretismo en su máximo esplendor: expresiones de arte virreinal, mestizo, clásico, neoclásico, barroco, moderno, posmoderno y vanguardias.

    Las actividades culturales, sociales y de poder (políticas, económicas, académicas y religiosas) circulan en el Centro Histórico. Un principio fundamental de las ciudades hispanoamericanas es la conformación de un centro, alrededor del cual crecen y se extienden las urbes. El Zócalo es el corazón de este centro, en donde emergen la Catedral, el Palacio Municipal, anteriormente el Palacio de Gobierno, y a unas calles el edificio Carolino (origen de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla), el Palacio de Justicia, bancos y oficinas.

     He tenido la fortuna de estudiar y trabajar en algunos de los hermosos edificios del Centro, inmuebles con una gran historia y características arquitectónicas diversas, que han modificado su uso con el paso del tiempo. En su origen fueron casas habitación, ahora son escuelas y oficinas.

    Es un halago para los sentidos leer, escribir, escuchar y dar clases al amparo de ángeles, santos y vírgenes, plasmados en techos y paredes, frente a enormes ventanales, que iluminan perfectamente los salones de los siete edificios históricos que tiene la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP. En estos espacios antiguos se han instalado los instrumentos de la modernidad, computadoras, internet, proyectores, pantallas, laboratorios y muchas cosas más. Estos sitios vetustos recobran vida con la juventud y alegría de los estudiantes.

 

Edificio Sor Juana Inés de la Cruz, 3 oriente 214, Colegio de Lingüística y Literatura Hispánica

 

Nombrado así por la comunidad del COLLHI en homenaje a la escritora más grande de todos los tiempos y en alusión al trabajo que se realiza aquí: el estudio de las letras. Esta casona se construyó durante el Porfiriato, en la segunda mitad del siglo XIX. El primer registro del inmueble data del 7 de octubre de 1877, marcado entonces con el número 14, de la Calle de los Infantes.

    De estilo neoclásico eclecticista, es un edificio con gran belleza en su estructura y cada uno de sus detalles, que han sido preservados a lo largo del tiempo, aun cuando ha tenido variados usos. Fue adquirido por nuestra Universidad en 1984, contribuyendo a preservar el patrimonio histórico y proporcionar un espacio al Colegio de Letras.

   El Yoloxóchitl domina el centro del patio, genera frescura, oxígeno y verdor a toda la casa y salones. Es el árbol del corazón y de nuestros corazones, magnolia mexicana, cuya flor y semilla, dicen los herbolarios, cura los males del corazón, ya sean cardiacos o de amores contrariados.

     ¿Cuántos sueños de tantas generaciones de estudiantes ha visto el Yolo?

     ¿Cuántos romances juveniles han vivido bajo su sombra?

   Desde que estudié la licenciatura ahí estaba. Me fui a recorrer el mundo y a trabajar en diferentes lugares, regresé y me volví a encontrar con él y con su fortaleza. En primavera se llena de flores blancas, mientras que en otoño e invierno nos regala sus piñas de semillas, que alegres caen sobre nuestras cabezas.

 

Los otros edificios históricos de la FFyL son:

» Arronte o Casa de los Cañones: Dirección, cubículos y Biblioteca

» Ricardo Flores Magón: Colegio de Historia

» Gabino Barreda: Colegio de Filosofía

» Casa del Pueblo: Posgrados

» Alfonso Reyes: Colegio de Procesos Educativos

» Don Bosco: Secretaría académica y oficinas

 

    Cada uno de ellos tiene una gran historia, un activo presente y un luminoso futuro en el desarrollo de los estudios humanistas, frente a las leyes del mercado y lo desechable. Actualmente, tengo un cubículo en el tercer piso del Arronte, en donde abro la venta y observo las torres de la Catedral, y los demás edificios de alrededor, mientras el cielo cambia con los colores del atardecer.

     La cotidianidad en la que trabajamos y estudiamos hace que, a veces, dejemos de valorar la belleza de estos espacios en la medida de su funcionalidad. Sin embargo, nuestra sensibilidad se impone y al mirar con atención, nos damos cuenta de que no se trata de simples espacios o salones cualquiera; al contrario, estamos en recintos con vida y tradición, en los que se respira historia, arte y cultura, que trascienden lo común, para inspirarnos y elevar nuestras mentes y espíritus cerca de lo divino y eterno.

 

Sobre la autora

Diana Isabel Hernández Juárez. Docente e investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP. Es integrante del Cuerpo Académico de Márgenes del Canon en la Literatura Hispanoamericana. Sus líneas de investigación son la literatura femenina, el posmodernismo y la literatura de vanguardia.

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La imagen de la ciudad acogedora no es una experiencia visual, sino un precepto incorporado que se basa en una peculiar doble fusión: habitamos la ciudad y la ciudad habita en nosotros. Cuando entramos en una ciudad nueva empezamos inmediatamente a acomodarnos en sus estructuras y en sus cavidades, y la ciudad empieza a habitar en nosotros.

Juhani Pallasmaa

 

Cómo celebrar el 35 aniversario de la integración del Centro Histórico en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO caminando las calles de la ciudad y asomándose incluso a sus rincones más oscuros.

 

 

    Si desde la perspectiva de la transurbancia¹ se exploran las características que debe cumplir un sitio para ser integrado en el catálogo del patrimonio, se enfrentará uno con una serie de criterios que poco tienen que ver con la realidad cotidiana de una urbe; que obligan a ver el Centro Histórico con unos lentes que rigidizan la experiencia habitual que representa una ciudad, que se goza y que se sufre, (que es el escenario del día a día del vagabundo que la recorre descalzo, vendiendo sus poemas con menos pudor que cabellera, o del perro que se orienta de calle en calle por el olor de unos puestos de comida antes de acurrucarse en un pequeño hueco atrás de la barda atrial de la iglesia del niño cieguito), espacio lleno de anécdotas que no responden a las solemnes clasificaciones que aspiran a servir de arbitrio genérico de cualquier asentamiento del orbe.

   Ya que cuando se sistematizan un conjunto de criterios de evaluación para la valoración de una ciudad² , su construcción, en tanto que morada del imaginario del habitante, queda arrinconada sin remedio.

  Como afirma el teórico catalán Josep María Montaner: «La esencia de las ciudades no radica sólo en factores funcionales, productivos o tecnocráticos. Éstas están hechas de muy diversos materiales, entre ellos la representación, los símbolos, la memoria, los deseos y los sueños. Es la superposición continua de muy diversos estratos lo que estructura toda ciudad, reino de la diversidad y la pluralidad, fenómeno que no se puede interpretar de manera unívoca»³.

  Colmada de la historia de su pasado, la ciudad de los Ángeles se ha ido construyendo paso a paso, definiendo su morfología gracias a las personas que de manera cotidiana la han vivido y construido (en el andar por sus vialidades), que han formado de ella el conjunto de obras, tanto comunes como notables, que la hacen lo que es, indiferente en su trayecto a los ojos inquisitivos de un jurado que califique si ese proceso debería ser aplaudido o denostado.

    Puesto que es en el ir remontando las calles de la ciudad cuando se resucitan las historias antiguas que en ellas se escribieron, historias que cobran vida al ir paseando por cualquiera de sus plazas, visitando sus templos o simplemente al ir pisando sus banquetas; despertando así a los fantasmas que habitan cada uno de sus rincones y escuchando el bullicio cotidiano incluso en los momentos de mayor reposo.

 

 

    Porque el silencio no es lo que caracteriza a una ciudad histórica, y si bien a veces susurra frases inconexas al oído de quién sabe escucharla con atención, en otros momentos, grita con fuerza realidades que quiere que sean evidentes para cualquiera.

    Ella nos brinda emocionantes narraciones, comedias, tragedias o simplemente informes de lo cotidiano.

    Resulta totalmente indiferente si el lugar exacto de la misa de fundación de la Angelópolis no se ha identificado aún, porque los recuerdos no responden a la lógica del detalle, sino al valor simbólico que se les aporta, es por ello que, si se recorre atento el área del Paseo de San Francisco, se puede oler todavía el incienso de copal que se encendió a un costado del altar rústico donde el 16 de abril de 1531⁴ se llevó a cabo la ceremonia; y, si se guarda un profundo silencio, se puede escuchar la voz de Fray Toribio de Benavente entonando un Miserere mei domine et exaudi orationem meam, mientras oculta en su corazón, un piadoso orgullo por la obra que está realizando.

 

 

    De igual modo, si una madrugada cualquiera se toma la avenida 5 Oriente desde la 16 de septiembre, justo en la esquina del edificio de correos (antes Palacio Episcopal) es posible adivinar la sombra del obispo Juan de Palafox y Mendoza huyendo: «Ha dejado atrás la fiesta. El carnaval, en estas calles, se limita a uno que otro borracho tirado por el arroyo. Una mujer limpia las piedras, arroja agua como si fusen lágrimas sobre el suelo y talla con brío, expiándose en el esfuerzo, piensa el obispo que poco a poco va dejando atrás la Ciudad de los Ángeles …»⁵ .

   Ir en la búsqueda de la ciudad misma, sabiendo que ésta es mucho más que el escenario actual, hecha de capas preexistentes que se presentan a la experiencia que tenemos de ella, que se deben descubrir para que surjan hacia nosotros; como consecuencia de ello, el paseante se vuelve un detective urbano consciente de que cada manzana está cubierta con varios estratos de arquitectura fantasma en la forma de sus antiguos ocupantes, proyectos abortados y fantasías populares, que proporcionan imágenes alternativas a la realidad que se percibe⁶ que invitan a salir en ese momento a escuchar los susurros de las piedras que la conforman.

 

Sobre el autor

Eduardo Funes C. Arquitecto, escritor, teólogo y filósofo. En 2020 trabajó en el Proyecto remodelación de comedores Posco MPPC, Puebla. Actualmente forma parte del Proyecto Insight de ARK Atelier enfocado específicamente en el desarrollo de vivienda unifamiliar.

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  1. Método que, partiendo del acto de caminar, convierte la ciudad en un lugar de experiencia, en una zona de descubrimiento. El andar como práctica urbana. (2022, 8 julio). Arquine. https://arquine.com/el-andar-como-practica-urbana/ [9 de noviembre 2022]
  2. UNESCO. (s. f.). Criterios de Selección | Patrimonio Mundial. https://patrimoniomundial.cultura.pe/patrimoniomundial/ criteriosdeseleccion. [19 de noviembre 2022]
  3. Montaner, J. M. (1999). Después del movimiento moderno arquitectura de la segunda mitad del siglo XX. Barcelona, España: Gustavo Gili. p. 169
  4. García, Ó. A. & Vergara, S. (2016). Los secretos de la Puebla antigua. Puebla, México: H. Ayuntamiento de Puebla. p. 75
  5. Palou, P. A. (2011). Varón de deseos. D.F., México: Planeta. p. 15
  6. Paráfrasis de un fragmento de Koolhaas, R. (2004). Delirio de Nueva York: Un manifiesto retroactivo para Manhattan. Barcelona, España: Gustavo Gili. p. 9
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La Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural realiza dentro de sus funciones la protección y conservación del Centro Histórico y áreas patrimoniales de la ciudad de Puebla, así como el registro e inventario de los bienes, muebles e inmuebles y al mismo tiempo la promoción y difusión del patrimonio cultural, teniendo en conjunto todas estas acciones en los dos sitios a resguardo de la Gerencia, Puente de Bubas y Pasaje Histórico 5 de Mayo.

    Estos sitios históricos fueron abiertos al público desde 2015 y 2016, y en un inicio los proyectos para su rescate involucraron a profesionales de las áreas de arquitectura, ingeniería, urbanismo y restauración pero actualmente siguen involucrando a más sectores como la investigación, la curaduría, museografía y al público en general pues fueron registrados el pasado agosto de 2022 en el catálogo nacional de monumentos históricos del INAH.

  Con este acontecimiento gestionado por la Dirección de Regulación y Conservación del Patrimonio de la Gerencia del Centro histórico la clasificación permite que su historia y legado en arquitectura e ingeniería formen parte de la herencia común de la nación, permitiendo su profundización de la labor investigativa, la posibilidad de financiamiento para su conservación y el compromiso ciudadano para su perduración.

 

Las obras hidráulicas de la Puebla colonial

 

De la reconocida arquitectura colonial del Centro Histórico de Puebla que hoy en día puede observarse en los edificios, en el azulejo en faja o el velado gris de la piedra de cantera, hay dos sitios que resguardan este desarrollo constructivo de la ciudad de manera subterránea y que invitan al visitante a descender hasta su principio común: el paso del agua en Puebla.

 

El Puente de Bubas

 

Del lugar donde cambian de piel las serpientes, el antiguo Cuetlaxcoapan, los manantiales y ríos como el de Almoloya o San Francisco permitieron el surgimiento de la ciudad de Puebla y es en este contexto del agua que se hizo necesaria la construcción de estructuras como el Puente de Bubas o las galerías de Pasaje Histórico para el paso y contención del agua.

    El Puente de Bubas, o del Toro, es una construcción virreinal que data de 1682, es el segundo puente en ser construido sobre el Río San Francisco. Los materiales de su primera construcción son la cal y canto (piedra), naciendo como una vía de comunicación que unía a los barrios fundacionales, hacia posible sortear el caudal del Río y entrar a la Puebla española. A unos metros de él se ubicaba el hospital para la curación de las unciones, hospital atendido por la orden franciscana que trataba la peste bubónica o sífilis y que producía lesiones abultadas en la piel, “las bubas”.

  El sitio abrió sus puertas en 2015, permitiendo su exploración subterránea mediante la entrada a la casa ubicada en la calle 2 oriente y boulevard 5 de mayo hasta la actualidad.

 

 

Las Galerías de Pasaje Histórico 5 de mayo

 

Aunque se desconocen los años precisos de su construcción, esta antigua obra hidráulica podría datar del s. XVI a XVII, ya que en el contexto histórico que la rodea la galería partía de la presa de San José (actualmente área del lago de La Concordia) al Río de San Francisco, haciendo que el agua sumergida corriera, se mantuviera retenida, redistribuida y aumentara el volumen de agua para derivar el líquido hacia el río.

    Tras pasar los años el sitio quedó en desuso así como varias obras hidráulicas al crecer la urbe de la ciudad y otros acontecimientos históricos rodearon el sitio, como las intervenciones bélicas a Puebla del siglo XIX y la construcción de un cuartel militar en sus inmediaciones, acontecimientos de los cuales pudo formar parte al encontrarse ya construido, y que relata el paso del tiempo del lugar.

    En los años 2011 y 2012 se iniciaron las obras de construcción del viaducto 5 de Mayo y fue entonces que se encontró el muro de contención del río San Francisco, cuya subsecuente exploración arrojó el hallazgo de la bóveda de la obra hidráulica. El sitio abrió sus puertas en 2016.

 

Puesta en valor del agua, la nueva museografía

 

Los sitios históricos fueron recientemente investigados para renovar su discurso curatorial y museográfico con la finalidad de poner en valor los contextos históricos de los sitios en relación al agua y acercar a todo el público a conocer desde una nueva perspectiva estas construcciones de la época virreinal de Puebla.

    En la nueva museografía se encuentran elementos que dejan ver parte de la investigación: imágenes, textos, nueva iluminación que resalte aspectos de la arquitectura de los sitios que en su momento representaron ingeniería de vanguardia con materiales de la localidad y paisajes sonoros que permitan una inmersión acústica en el espacio y que también referencian al paso del agua.

    Con esta acción, como se mencionaba anteriormente, la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural promueve y difunde este patrimonio, invitando a ver los sitios desde una perspectiva reflexiva, histórica y contextual del desarrollo de la ciudad en relación a sus monumentos y construcciones tan distintivas por las que fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1987.

 

Destinos culturales de Puebla

 

Actualmente ambos sitios son referencia para relatar la historia de la ciudad en relación al Río San Francisco y son visitados por turistas locales, nacionales y del extranjero. En el apartado de turistas locales debe destacarse que grupos de estudiantes de diferentes preparatorias y universidades del estado asisten, así como la educación básica que aprovecha la gratuidad para menores de 12 años gestionada a principios de este año.

    Estas son algunas cifras que dejan ver la preferencia de los visitantes por estas obras hidráulicas subterráneas.

 

Numeralia

 

Pasaje histórico 5 de mayo 

2016: 66,534

2017: 144,059

2018: 115,351

2019: 102,941

2020: 17,108 2022

Reapertura de octubre de 2021 a octubre de 2022: 50,578

 

Puente de Bubas

2015: 18,121

2016: 257,143

2017: 121,836

2018: 78,956

2019: 74,333

2020: 10,179

Reapertura de octubre de 2021 a octubre de 2022: 85,092

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Jueves, 15 Diciembre 2022 18:58

La ciudad como personaje

 

Esta serie fotográfica tiene como protagonista a la ciudad de Puebla y su Centro Histórico, Patrimonio Mundial, para intentar, desde una lectura íntima, acercar al lector a algunas de las historias que suceden a diario por sus empedradas calles. Puebla como personaje, es el pretexto ideal para contar esas historias donde la trama es parte de la ciudad y la ciudad es la trama.

    Fotógrafo callejero. Ha colaborado con medios y revistas como Manatí, México Desconocido y Cuartoscuro. Ha expuesto en distintos recintos locales y nacionales. Su trabajo cuenta con el reconocimiento de 33 mil seguidores en redes sociales y fue ganador del Premio Ciudadano de Periodismo de Género “Juana Belén Gutiérrez de Mendoza” en 2021.

 

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Germán Gutiérrez Camacho. Director de Talavera Celia Poesías de Lucino Gutiérrez Herrera

 

No. 35

 

"Si el cielo existiera, si en verdad estuviera poblado por ángeles y el color fuera parte sustantiva de su vivir; si la belleza transcurriera como una costumbre y la perfección fuese su hábito, entonces, es posible acariciar la idea de que sea real el mito “…esta ciudad fue creada por ángeles”; tierra medida y orientada a una multiplicidad cultural, que encierra tanto o más de lo que expresa, porque fue diseñada para verse y sentirse."

Lucino Gutiérrez

 

Nada más apropiado que hacer referencia al mito fundacional de la ciudad de Puebla de los Ángeles, porque, de acuerdo con él, este esplendoroso centro urbano es así por haber sido creado por ellos. Y también, nada más adecuado que hacer referencia a sus rincones y características utilizando el lenguaje poético, porque solo con él se puede expresar la magnificencia de este espacio colonial y moderno.

  Creada en uno de los tres valles del altiplano central en la meseta mesoamericana, la Ciudad de los Ángeles está rodeada de las más altas montañas de México. Es un lugar de añoranza, escogido por el buen gusto de nuestros antepasados prehispánicos y refrendado por los europeos.

     Puebla, ciudad de ladrillo y loza vidriada, te arropa desde la infancia, porque es a partir de ella que puede recordarse prácticamente desde la fecha que abrimos los ojos al mundo. Así lo describe la primera décima que aparece en el poemario Belleza de lo Complejo, nombre que encierra y abre a la curiosidad humana la hermosura de esta ciudad:

 

Soy de Puebla, aquí nací,

y retengo en mi memoria

cada paso de la historia

del ladrillo carmesí,

policromía y frenesí,

azulejo acrisolado.

En la ciudad los Alados

Fabricaron con esmero,

Talavera azul del cielo,

dejando el don en mis manos.

 

El poemario encierra 15 décimas, en las cuales se describen nuestras sorprendentes construcciones convertidas en símbolos culturales, nacionales e internacionales, por las cuales en la actualidad nuestra ciudad y su talavera son consideradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Sus elementos arquitectónicos integran la imagen urbana contemporánea: una simbiosis que va del ladrillo rojo a la piedra negra y la argamasa, y, por supuesto, llega a la talavera, en la que se integra la modernidad postindustrial y multicultural de quienes habitan Puebla.

 

En la mezcla de culturas

el ser se expresa mejor.

La alegría del color

le da a la ciudad dulzura,

es morisca su escultura,

la mente es occidental,

Catedral monumental,

y su barroco diseño

en los altares, ensueño

de su ornamento ambiental.

 

En las palabras mostradas se expresa la multiplicidad cultural de nuestra Puebla adorada, sobre todo, la fusión de las culturas árabe, española y mexicana, que, en conjunto, se realzaron en este gran valle, dándole la grandeza cultural que la caracteriza.

    Hemos querido expresar la magnificencia de la Ciudad de los Ángeles, capital del estado de Puebla, a través de la poesía, para no redundar en escritos diversos. Nuestro objetivo es estimular a los habitantes de todo el mundo para que la conozcan.

    Este Patrimonio de la Humanidad impregna confianza en sus habitantes y les da el don de ser poblanos. Pero también mueve a la reflexión y a la concientización de nuestras autoridades acerca de las implicaciones que derivan de ser poblanos; habitantes de un sitio que ha sido nombrado hasta por segunda ocasión Patrimonio Cultural de la Humanidad. Esta responsabilidad debe ser también de toda la ciudadanía.

   Las acciones son acumulativas. Nuestro legado cultural viene de lejos. Es un legado cultural que nos identifica ahora y, si asumimos nuestra responsabilidad, nos identificará en el porvenir.

 

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Elvia de la Barquera. Investigadora y artista

 

No. 34

 

Gracias a la traza urbana en damero del Centro Histórico y a la Zona de Monumentos de la ciudad de Puebla, así como a los exquisitos ejemplos arquitectónicos que guarda y a las gestiones de profesionistas, fue posible el nombramiento de Puebla como Patrimonio Mundial por la UNESCO, el 11 de diciembre de 1987. Dicha inscripción ha servido para salvaguardar algunos inmuebles de su inminente demolición, así como para conseguir el apoyo económico y profesional en los casos de sismos, como sucedió en 1999 y en 2017; también ha ayudado a la regulación de construcciones que afectan el paisaje urbano, y para implementar investigaciones desde la Arqueología y la Historia del Arte.

  Sin embargo, aún hay mucho que hacer para estar a tono con dicho nombramiento. En primer lugar, es necesario revalorizar el concepto de patrimonio, y, de ahí, replantear las leyes anquilosadas que aún nos rigen, de tal manera que logremos armonizar el patrimonio natural con el cultural, en lugar de sacrificar uno por el otro. Por otro lado, debemos asir la estafeta de que un patrimonio es un conjunto de valores, de costumbres, de acciones, de recursos y de elementos materiales e inmateriales, no solamente un montón de “piedras históricas”, pues toda edificación fue levantada en función de diferentes necesidades, por lo que el concepto de patrimonio engloba todo un complejo cultural. Por lo tanto, el patrimonio edificado no se puede ni se debe desasociar del resto de los elementos culturales que han caracterizado y definido a nuestra sociedad.

    Así, nuestro Centro Histórico es un conjunto de elementos socioculturales con una carga histórica, que invitan a la visita y la investigación, pero también a actualizar las leyes de protección patrimonial y a promover el involucramiento social, ya que con participación ciudadana se podrán gestar la apropiación, el reconocimiento y la revalorización de nuestro legado patrimonial.

 

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Pedro Sardá Cué. Investigador

 

No. 33

 

"En los 35 años desde su inscripción como Patrimonio Mundial, se ha despertado una competencia por encontrar lugares escurridizos que, ocultos, han vencido al tiempo. Todos nos sentimos más motivados a restituir la belleza y el vigor a tímidos gigantes edificados, por la satisfacción de ver el renacer de edificios, plazas, historias y colores. Basta hurgar en las fotografías antiguas de familias o periódicos para recordar lo mucho que se ha avanzado en esta conservación desde 1987."

 

¿Podemos describir nuestro rostro sin mirarnos al espejo? Parece una pregunta sencilla de responder, solo que la reflexión nos lleva a recordar que también es a partir de la opinión de los otros que aprendemos de nosotros mismos. La distraída cotidianidad nubla la objetiva percepción de nuestros valores. Es por ello que nos sorprende cuando escuchamos a los visitantes decir: “los poblanos sí conocen su historia y su ciudad”. La autopercepción y, aún más, la admiración por lo propio son talentos raros que los poblanos adquirimos lentamente. Ahora, gracias a la inclusión de Puebla en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, protegemos, nos preparamos y nos preocupamos por el bienestar de la arquitectura, las artes y la convivencia entre los ciudadanos y la ciudad.

    En los 35 años desde su inscripción como Patrimonio Mundial, se ha despertado una competencia por encontrar lugares escurridizos que, ocultos, han vencido al tiempo. Todos nos sentimos más motivados a restituir la belleza y el vigor a tímidos gigantes edificados, por la satisfacción de ver el renacer de edificios, plazas, historias y colores. Basta hurgar en las fotografías antiguas de familias o periódicos para recordar lo mucho que se ha avanzado en esta conservación desde 1987.

    Aún falta mucho por hacer. Pienso que para consolidar la conservación se debe considerar la recuperación de la vida familiar del Centro Histórico, a través del uso habitacional de los espacios hoy vacantes, o la restauración de zaguanes y vanos de acceso a patios e interiores. También, es necesario enaltecer la decoración propia de cada época de los inmuebles y fomentar su recreación artística con investigación documental. La motivación de sus propietarios y usuarios por conservar y recuperar el patrimonio debe ir de la mano del sano beneficio económico de los mismos inmuebles.

Publicado en Cuetlaxcoapan 32