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Palacio Municipal: un símbolo emblemático

Foto: Ángel Vidal

El Palacio del Ayuntamiento debe ser considerado como símbolo emblemático del poder civil que, en contraposición al poder espiritual de la iglesia, nos recuerda la temporalidad y finitud de la presencia del ser humano. El lugar que ocupa el edificio ha sido, desde la fundación de la ciudad en el siglo XVI, el mismo que desde un principio se destinó para albergar las “casas reales” o edificios del cabildo para el buen gobierno y administración de la ciudad; siendo al mismo tiempo cede de los tribunales de justicia, donde los alcaldes mayor y ordinario actuaban como jueces de primera instancia y la cárcel, cumpliendo así con lo que marcaban las layes indianas de que los pueblos tuvieran tres lugares públicos para el despacho de sus negocios: la casa de Cabildo o Concejo, la casa de la Audiencia y la cárcel.


Si bien en el trazado de la ciudad se reservó al cabildo toda la manzana de la acera norte de la Plaza Pública, pronto fue autorizado el ayuntamiento por el virrey a vender la mitad de dicha manzana, volviendo a recuperar más tarde todas las accesorias del portal, de esta acera y otras más que daban a las calles de “Guevara”, 1a de “Mercaderes” y “la Alhóndiga” en la “calle de la “Carnicería”. Después de la ley de desamortización de bienes de manos muertas del 26 de junio de 1856, se vio el cabildo en la necesidad de volver conservando solo la mitad oriente del portal y “la “Alhóndiga”.


En 1536 se empezó a construir la primera casa municipal, consistiendo esta en tres salas de un solo nivel, una grande y dos pequeñas en los extremos, sumando sus dimensiones poco más de la cuarta parte del actual Palacio. La sala principal era la del cabildo y tenía un estrado de piedra con su escalinata. Adentro estaba un claustro y por delante del edificio se encontraba el portal. Junto se hallaba la vivienda del alcalde mayor y al poniente del cabildo se hallaba instalada la Audiencia y la cárcel; por detrás, en el sitio donde se construyó después la Alhóndiga, se ubicó el corral del concejo (1546-1576).


AL principiar el siglo XVII, se agregó el segundo nivel a las casas consistoriales, construyéndose otros anexos para la contaduría de la reales alcabatas y el archivo, aunque todas las instalaciones carecían de “lucimiento y comodidad”; por lo que, en 1714, el alcalde mayor Juan José de Veytia y Linaje (1699-1722), construiría un nuevo edificio, levantándolo de los cimientos, con nueva vivienda para las alcaldes mayores y la sala capitular y capilla que tenían su entrada por la misma puerta y escalera principal del palacio. El actual edificio data de finales del siglo XIX y principios del XX, obra del arquitecto ingles Charles James S. Hall.

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H. Ayuntamiento de Puebla. (2009). Guía. Arquitectura representativa de la ciudad de Puebla (2ª ed.). México, México: L'anxaneta Ediciones.